Por Marcelo Peralta
Si la bacteria humana que es
el hombre no es detenida, el país se vería abocado comprar agua para dar de
beber a los ciudadanos.
La bacteria humana no se
harta de dinero y destruyendo los recursos naturales ha creado un drama mundial
de la desertificación y el deshielo.
Por la falta de piedad de ese
“parásito” que destruye lo que les da vida, se lleva de “cuajo” y consume
sostenible y la economía verde que s el bosque.
Desde el gobierno el
ministerio de Medio Ambiente no se vislumbra una política certera de combatir
la destrucción de los bosques y los ríos, sino lo que está haciendo es “allante
y amago” dejando que destruyan, como el país lo compraron un grupito.
El hombre pone oído sordo y
destruye su “hábitat”; “escupe la mano que le da comida” como es la Tierra.
No entiende que este símbolo debemos
cuidarlo.
Estudios mundiales determinan
que más del 50% de los arrecifes de coral ha sido destruido.
La causa es la “carcoma
humana” que es el hombre que ha causado esos daños.
Lo mismo está haciendo con
los bosques, ríos, arroyos, cañadas y todo lo que da vida.
El calentamiento global se
está tragando la humanidad.
De seguir así, la República
Dominicana deberá importar aguan de otras naciones para alimentar a sus
ciudadanos.
En el año 1974, la ciudad de Estocolmo,
capital de Suecia se efectuó la primera cumbre internacional sobre la crisis
climática y el futuro del planeta.
Se analizó en esa cumbre la
cuestión de la tierra y lo que vendría en el futuro.
El hombre, un ser humano ambicioso
que no se conforma con poco ha seguido su marcha destructiva.
A pesar de la importancia de
los debates, poco se ha hecho contra los crímenes que comete el hombre al
planeta que habita.
Informes indican que cada
tres segundos, de la Tierra desaparece más de una hectárea de bosque.
Es como decir el tamaño de un
campo deportivo.
24 años han pasado de esa reunión
de analistas y ecologistas.
Es hora de crear conciencia y
reivindicar el robo que les hemos hecho a la Tierra.
Estamos en emergencia
climática.
Hoy, es el Día Mundial del
Medio Ambiente y no se vislumbra que desde el Estado desate planes concretos para
la restauración de los ecosistemas.
Menos, para apresar y meter a
la cárcel a los criminales ecológicos que hay muchos en el país.
Los haitianos cruzan a
República Dominicana a depredar como si esto fuera una finca de su propiedad.
Gobiernos de los últimos 25
años han sido cómplices y lo son en la actualidad al permitir que foráneos
destruyan a República Dominicana en todos los sentidos de la palabra.
Y todo es permitido. Pero,
esperemos que en el futuro no muy
lejanos, de seguir así, moriremos de sed.
Actuarán, quizás cuando sea demasiado
tarde.
O cuando todo esté explotado
y destruido en el planeta.
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