Hidroeléctrica de Peligre construida por el gobierno de Estados Unidos entre 1956-1957 está en el centro de Haití y las aguas son del Río Artibonito que nace en Loma de Maco, Provincia Santiago Rodríguez en plena la Cordillera Central en la República Dominicana.
Este afluente parte en dos a Haití, irriga la llanura incorporadas a la producción agrícola hasta desembocar en el golfo de Gonâve, recorriendo un trayecto de cerca de 321 kilómetros.
Por Marcelo Peralta
Dajabón, R.D.- Podría
crear una situación peligrosa el meta mensaje
enviado por el presidente de Haití, Jovene Moise a través del vicegobernador
del Departamento Noroeste de Haití, Louis Joseph, de que el canal riego para
extraer agua del Río Masacre va quiera o no la República Dominicana.
El reto del gobierno
haitiano debía ser respondido de que todas las aguas que ellos consumen de los
ríos Artibonio, Pedernales y Masacre nacen en suelo de la República Dominicana
y que desde el año 1929 existen acuerdos en virtud que ningunos de esos
afluentes deben ser canalizados.
Sin embargo, siendo flexible, la República Dominicana no tiene
ninguna de prestar a ayudas a Haití, sino que se inclina por la “cuestión humanitaria”
presta ayudas desinteresadas y permite que millones de sus habitantes, entren,
vivan, cometan robos, atracos, asaltos, violaciones a mujeres, cortes brazos a
menores por rehusar a sostener relaciones sexuales, entre otras atrocidades,
Además, un alto porcentajes
de hombres y mujeres de descendencia africana, acantonados en la zona Oeste de
la Isla Española se ha formado en universidades, sanado enfermedades
catastróficas, se alimentan, viven en libertad por la solidaridad de los
dominicanos.
A pesar del “odio” que
los haitianos infunden contra los dominicanos, la actual generación ha sido “paciente”
ante las provocaciones, sin que se aboque a responderle de forma desafiante, provocadora,
amenazante, ofensiva y deslenguada.
Si en Haití se
disfruta de agua azules, cristianas y pura como son de los ríos Artibonito, Masacre
y Pedernales, es por lo generosos que son los dominicanos.
Estos
afluentes que traspasan aguas a Haití, irriga la llanura, tienen producción
agrícola obedece a la solidaridad de los dominicanos, porque el Río Artibonito nace
en la provincia Santiago Rodríguez en la Cordillera Central y desemboca en el
golfo de Gonâve, recorriendo un trayecto de cerca de 321 kilómetros.
La hidroeléctrica
de “Peligre” construida por el gobierno de Estados Unidos entre 1956-1957 y que
está en el centro de Haití y las aguas son del Río Artibonito que nace en Loma
de Maco, Provincia Santiago Rodríguez en la Cordillera
Central en la Patria de Juan Pablo Duarte.
Esa represa y la hidroeléctrica
“Peligre” es una estructura, cuyas aguas son extraídas en el Río Artibonite, la
cual tiene una altura de 72 metros, dotada de lago artificial bautizado como “Lago
Peligre”, con tres turbinas con una capacidad de 15,5 megavatios cada una.
El
proyecto acuífero fue creado y diseñado por el Cuerpo de Ingenieros del
Ejército de Estados Unidos y financiado por el Banco Export-Import de los
Estados Unidos, que por tratarse de cuestiones internacionales, República
Dominicana permitió, por cuestiones humanitarias, construir la obra hidráulica en aquella época.
La
misma está en el Departamento de Centro que transporta "bellas aguas, azul
y situado entre montañas escarpadas y áridas".
Si
la zona Noroeste de Haití recibe agua es porque los dominicanos, “por humanidad“
lo permiten ya que el Río Masacre nace en zona de la Cordillera Central cerca
de la Provincia Dajabón.
Además,
si los haitianos disfrutan de agua por Pedro Santana, Pedernales, Elías Piña,
es que los ríos nacen en la Cordillera Central y el país permite que crucen a
Haití.
De
ocurrir lo contrario, que las aguas, facilidades, alimentos y libertad tuvieran
en Haití la situación de los dominicanos sería de otro color, debido a que conociendo
su origen jamás tuvieran las flexibilidades que nosotros exhibimos.
El
control, distribución, utilización del agua para el consumo humano podría ser
el “detonante conflicto” que traspasará
los anales de la historia, si se
mantiene la actitud desafiante de Haití.
Al
gobierno donde se construye un canal para desviar las aguas del Río Masacre, se
hace el “ignorante” de la existencia de regulaciones establecidas a nivel internacional,
en donde en las fronteras donde existen acuíferos en que debe privar el respeto
para que no surjan conflictividades.
La
ingratitud del gobierno haitiano, al no tener asesores capacidad lanza amenazas
contra sus vecinos desconociendo los favores que reciben, suficientes para no
morirse de hambre, sed, proseguir con la ignorancia, ya que los dominicanos le
ceden sillas en las escuelas, liceos, colegios para que estudien.
Además,
como factores de cooperación, aquí ceden camas en los hospitales para que no se
mueran de las enfermedades hereditarias que padecen; ofrecen cuidados, permiten
gestión sostenible de las fuentes de trabajo, recursos hídricos sin ningún tipo
de recelos, los dejan que anden de “vagos” en las calles; por eso que no aprieten
la “tuerca” que un día se puede correr.
De
ahora en adelante, el gobierno de Luis Abinader que ha sido tolerante, debe asumir
la gestión, control de los recursos hídricos, la masiva entrada de haitianos
sin papeles y de ninguna índole, debido a que las provocaciones podrían acabar
con la paciencia y desatar fricciones de impredecibles consecuencias.
El
mandatario dominicano debe intervenir por las vías legales, internacionales,
evitar controversias, provocaciones, que vaya a generar el acceso al agua, que son
conflictos que se pueden denominar “en esencia” en las actuales circunstancias,
antes que tomen ribetes diferentes.
Por
el momento, no debían existir conflictos
por ambiciones, intereses económicos, comerciales como lo provocan los
africanos de la parte Oeste, sino de la viabilidad de Estados y pueblos
civilizados.
Por
la vía diplomática, el presidente Luis Abinader debe acabar de una vez y por
toda las provocaciones y las masivas migraciones
de haitianos hacia República Dominicana para que prevalezca, a pesar de que
estamos invadidos pacíficamente, que se mantenga la convivencia.
Desde
que se originó el desafío, en la zona fronteriza existen niveles de tensión que
podría desencadenar conflictos inesperados de altas connotaciones.
Por
el reto lanzado de Haití con la intención de construir un sistema de riego
quiere República Dominicana o no ya el país debió estar en guardia a sabiendo
que el sistema político y de seguridad es frágil, por el instrumento de presión,
chantaje y provocación.
En
los actuales momentos, el agua para el consumo humano supone una importante
preocupación política en el país; los bosques son destruidos por los haitianos
mediante los incendios forestales con el interés de hacer conucos, y, a la vez
forzar a situaciones difíciles.
La
situación creada por la construcción del canal de riego para sacar agua del Río
Masacre no debe quedar ahí y claudicar, sino que deben establecer las
regulaciones internacionales de forma clara, sin excesos, ni perjuicio contra
nadie, pero sin dejarse presionar.
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