Nichos
Los nichos en los cementerios se han convertidos se han convertidos en negocios de lujos al estilo de mansiones en complejos turísticos.
Unos grandes, otros pequeños, todos pintados, unos en colores pasteles, pero el que predomina es el blanco.
El silencio sepulcral envuelve todo, lo que le da una sensación escalofriante a las calles desiertas.
Los zacatecas, buscones, jardineros y parte del cuerpo de seguridad son las únicas almas vivientes del Cristo Redentor, quienes siempre están alerta de todo el que entra.
Muchas edificaciones están en venta se
deben al traslado de los restos de familias hacia los cementerios privados.
“Hay muchos que han ido a Puerta del Cielo, los hijos los han trasladado y luego no saben qué hacer con los nichos y los venden aunque les hacen falta sus arreglos, pero hay otras que son mansiones, esas cuestan hasta 900 mil pesos y caben hasta 14 personas”, dijo el hombre mientras guardaba el machete.
Al seguir caminado por la zona los letreros de venta eran cada vez más frecuentes, al igual que muchos panteones violentados, con los cristales rotos, y otros en precarias condiciones debido al deterioro por el paso de los años. Hay muchas tumbas olvidadas y otras profanadas por delincuentes.
Los precios
Existen variaciones en el precio de los nichos y tumbas.
Estas últimas cuestan entre 75 mil y 90 mil pesos, mientras los panteones cuestan 250 mil pesos el más económico y 800 mil pesos uno de los más caros.
El costo de ellos suele elevarse por los aditamentos, como verja, vidriera, piso de mármol y terminaciones en caoba. Algunos tienen un espacio para que las familias puedan sentarse y pequeños jardines con bancos. Otros incluyen ornamentos para colgar flores, velones y varios espacios para poner cenizas.
En el precio también influye la distancia y la ubicación, mientras más alejado está de la entrada, el costo es más bajo.
Uno de los vendedores de tumbas, Ramiro Peña, quien estaba pintando un pequeño panteón, dijo que la venta de nichos es algo normal y legal, pues cada quien hace una serie de papeleo en el ayuntamiento para adquirirlo y que la gente ha empezado asegurar su última morada desde que está en vida y el negocio suele ser tan común como vender bienes raíces.
Estragos por pandemia
“Luego de hacer el papeleo puedes hacer con el terreno lo que quieras. Hay muchos nichos baratos y otros bastante caros, pero es un negocio que deja su ganancia, aunque es un poco difícil venderlos, pero la gente para evitarse la dificultad de la construcción mejor los compra hechos. Ahora los terrenos son pequeños, lo que yo hago es comprar uno, remodelarlo y vender a mejor precio”, explicó Peña.
“Con el asunto del Covid-19 la gente ha salido a vender todo lo que tiene, entonces se ha devaluado un poco el precio de los panteones, algunos que antes costaban 500 mil de cuatro y tres espacios ahora se pueden encontrar en 200 mil y eso es una pérdida, porque en un nicho se invierte unos 300 mil pesos entre cemento, madera, varillas y mano de obra”, dijo el joven apodado “El rubio”.
El cementerio Cristo Redentor no solo es la última casa donde descansan los restos de los seres queridos de cientos de dominicanos, también es el lugar donde muchos han emprendido un negocio un poco inusual pero a la vez rentable.
Las dificultades por pandemia
Camposantos.
En el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, existen populares cementerios como el Cristo Redentor, Máximo Gómez, Cristo Rey y Cristo Salvador. Algunas demarcaciones también tienen pequeños camposantos.
Protocolos.
Debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, estos cementerios ha adoptado protocolos para realizar los sepelios, incluyendo prueba del Covid-19 y un determinado número de personas para garantizar el distanciamiento social.
El papeleo.
La compra, venta y construcción de monumentos funerarios se ha convertido en un lucrativo negocio, debido a las múltiples dificultades y papeleos para la obtención de una tumba.
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