
Por:
Miguel Cruz Tejada
NUEVA
YORK.- Las autoridades anti drogas de Bélgica, confiscaron la
semana pasada 350 kilos de cocaína enviados en un avión desde la República
Dominicana al país europeo en medio de la pandemia.
El
periódico Decaan Herald, publica la información suministrada por la Policía
Europea y sostiene que los carteles se están aprovechando de la brecha generada
por el COVID-19 que redujo la cantidad de vuelos y de productos agropecuarios
importados desde países de América Latina y El Caribe.
La
cocaína procedente de República Dominicana, llegó en el avión que aterrizó en
el aeropuerto de Zaventem, a mediados de marzo, cuando la propagación de
coronavirus estaba comenzando a matar a miles de personas en Europa y Estados
Unidos.
Bélgica comenzó el cierre de sus fronteras en esa fecha, suspendiendo los vuelos comerciales.
Tampoco
se identificó al o los pasajeros que sirvieron como “mulas” para transportar la
droga desde El Caribe a Europa.
Los
investigadores dijeron que la cantidad de la cocaína confiscada es 200 veces mayor
de la que rutinariamente se detecta en las mulas que son usadas en la República
Dominicana.
Las
autoridades no dijeron si hay arrestos en relación al cargamento.
La industria de las drogas ilegales ha sido
interrumpida por el virus, con las cadenas de suministro internacionales
detenidas y millones de clientes bloqueados.
Pero
los capos de la droga se las están ingeniando para enfrentar el desafío
mandando enormes cargas de cocaína en barcos que transportan contenedores y
aviones comerciales en vuelos, dando una señal de que estaban listos para
asumir mayores riesgos para entregar sus mercancías.
Los
envíos de drogas han continuado aunque de que muchos países europeos, incluidos
los principales mercados como Inglaterra y España, aplicaron las restricciones
por COVID-19 a sus ciudadanos.
En los
primeros tres meses de este año, la UNODC confiscó 17.5 toneladas de cocaína
con destino a Europa en puertos sudamericanos, en su mayoría brasileños.
Eso
representó un aumento de casi el 20 por ciento en comparación con el mismo
período en 2019, dijo Van Den Berghe.
Este mes, las autoridades belgas confiscaron
casi cinco toneladas de cocaína en un contenedor de América Latina en el puerto
de Amberes, que el año pasado fue el principal punto de entrada de Europa para
la cocaína con más de 60 toneladas interceptadas allí.
El aumento de las grandes cargas de cocaína en
los contenedores de envío siguió una tendencia similar con los aviones, dijo
Vanderwaeren.
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