Carretera Gurabo 16 años en los gobiernos de Leonel Fernández y Danilo Medina y nunca se termina.

Por Marcelo Peralta y Adriano Reyes

Santiago, R.D.- A sabiendas de que la política partidista permea los cimientos y estamentos, la carretera turística que une las provincias Santiago y Puerta Plata lleva 16 años en proceso de reparación y rehabilitación, entrando al proceso de “nunca terminar”.

Hay políticos que mienten a los ciudadanos, e inclusive a veces hacen promesas de construir puente en lugar aunque no haya ríos.

El novelista suizo en lengua francesa, dramaturgo, novelista, poeta, periodista y escritor Louis Dumur, decía que la política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos; mientras que Bernard Maruch siempre pedía a las gentes que en las elecciones debería votar por el que tuviera menos posibilidades de llegar y de ahí la decepción sea menos dolorosa.

En los gobiernos del PLD y la gestión de Leonel Fernández la obra fue sometida a “remiendos” y reparaciones y en ese tiempo duraron 8 años.

Sacaron a Leonel Fernández del poder y Danilo Medina del mismo PLD en el mes de agosto de este año 2020 llevará otros 8 años más para sumar 16 y la misma “duerme el sueño eterno” debido a lo lento que van los trabajos.

Mientras los trabajos marchan a pasos de “tortuga” es incontable la cantidad de personas que han muerto de tuberculosis a causa del polvillo que levantan los vehículos al paso de la vía.

Una gran cantidad de hombre, mujeres, niños, niñas, adolescentes y jóvenes padecen enfermedades bronquiales que con frecuencia deben ser hospitalizados. 

Algunos moradores atribuyen la situación a causa de los cambios sociales y económicos; que la política es un juego complejo y retorcido que afecta a todo el mundo.

Sabios creen que en la política sucede como en las matemáticas que no es totalmente correcto, que es el arte de buscar problemas, hallarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados. 

Mientras que se entiende que la política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa; que se puede engañar a grande parte del pueblo, pero no en su totalidad.