
Según reportes, el
individuo tiene un amplio historial de robos de autos.
Tras ser localizado, el
criminal abandonó el vehículo e ingresó en el campanario de una iglesia, desde
el cual amenazó con lanzarse al vacío.
Para evitar que cayera,
lograron atarle una cuerda al pie.
El delincuente quedó
suspendido en el aire, sujetado por la cuerda.
Y en ese momento otro
sujeto se aproximó a donde se encontraba y comenzó a darle golpes con un palo.
Quienes presenciaron la
escena animaron al individuo a que agrediera el criminal. Finalmente el ladrón
pudo ser puesto a salvo y a disposición judicial.
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