Esta
acción anormal generó que todas las personas que viajaban en ese vuelo fueran
inspeccionadas por personal de seguridad del Cuerpo Especializado de Seguridad
Aeroportuaria y de La Aviación Civil (CESAC).
El
pasajero llegó al Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA) en un vuelo
de la línea aérea Laser procedente de Venezuela y abordó el vuelo de Swiss con
destino Estados Unidos.
Las
autoridades no quisieron revelar el nombre del viajero, alegando razones de
seguridad e inteligencia.
El
suceso provocó que todos los ocupantes del vuelo fueran desmontados del avión y
pasados por los sistemas de Rayos X y chequeos manuales dispuestos en los
protocolos de seguridad aeroportuario para momentos de situaciones especiales.
Tan
pronto fueron detectadas las municiones en el equipaje del pasajero, el
personal de todos los organismos de seguridad se vio obligado a llegar a lugar
para hacer las inspecciones y a informar a sus respectivas agencias.
La
situación causó un gran revuelo entre los pasajeros, ya que desconocían lo que
estaba pasando.
Las
autoridades no han informado aún la cantidad de municiones encontradas al
venezolano.
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