
Carlos Reyes.
Por Marcelo Peralta y Juan Pablo Bourdierd.
Sabaneta,
Santiago Rodríguez, R.D.- Entre lágrimas y lamentos fueron
sepultados aquí este sábado los restos del reconocido buscatalentos de béisbol
Carlos Reyes.
Reyes, de 41 años, murió
atropellado por un vehículo en marcha cuando se desplazaba a pie por la
carretera Matías Ramón Mella en la ciudad de Santo Domingo Este.
Era hijo del dirigente
agrario Martín Reyes Uceta, residente en el sector Los Tomines en el Municipio
de Sabaneta.
Hermano César Bienvenido
Reyes, profesor de Educación Física e Instructor de atletismo actualmente
radicado en Venezuela.
Otros de sus hermanos son
Magdelin, Wilman, William, Roger y Corabel Reyes.
Su deceso afecta los sentimientos
de cientos de técnicos, de peloteros que logró firmar y otros que estaban en
academias.
Carlos Reyes fue uno de
estos scouts con ojo clínico a quien se le debe la entrada al
béisbol organizado de Estados Unidos de sabaneteros Álvaro Ramírez- Chapita;
Dary María, Albert Hernández.
Representaba a la organización
de los Cachorros de Chicago de la Liga Nacional en el béisbol de Estados Unidos.
Una legación de esa
organización estuvo presente en el Municipio de Sabaneta de la Región Noreste
este sábado, donde sus restos fueron
trasladados para los actos religiosos y funerarios.
Reyes, después de retirarse
como lanzador por dolencias en su brazo de lanzar inició el reclutamiento de
jóvenes beisbolistas en el play Armando Sosa Leyba en Sabaneta.
Después se trasladó a vivir
en la ciudad de Santo Domingo, aunque recorría muchos pueblos del país.
Conquistó fama como scouts por
su honestidad y entrega.
Carlos Reyes, siempre aseguraba
que “la labor de un scout era
muy importante y fundamental para el desarrollo del béisbol profesional, ya que
constituye el primer eslabón de la incorporación de jóvenes a las academias y
luego a las Grandes Ligas.
Cabe resaltar que Reyes
adquirió famas en el scouting porque a
través de su ”ojo mágico” fue posible descubrir el talento de muchos jugadores
que, en el futuro, dependiendo de sus ganas, esfuerzo y perseverancia, se
convirtieron en deportistas profesionales.
A través de su labor social benefició
a muchas familias por la firma de varios jóvenes de todo el país.
Por su seriedad en el
trabajo, decenas de jóvenes jugadores de béisbol pudieron demostrar sus
talentosos y no quedarse en anonimato y en el olvido.
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