Santiago Rodríguez, R.D. Un
alto porcentaje de los jóvenes que se desplazan en motocicletas por las calles de
sabaneta están borrachos, no tienen matrículas, licencias para conducir, a exceso
de velocidad, bajo niveles de escolaridad, de padres, madres, tutores
irresponsables y apoyadores de las malas acciones.
Sus imprudencias se ve más
agravadas por los hechos de que no respetan esquinas, zonas escolares, de
salud, recintos militares, dependencias policiales, judiciales, religiosas,
arterias comerciales, niños, niñas, adolescentes, jóvenes y envejecientes a la
hora de intentar cruzar las calles de un extremo a otro.
No obstante, de las cosas
anormales que ser observan es que la mayoría de motoristas se creen dueños y
señores de las aceras por donde deben transitar los peatones y por esas ٞáreas
es que se nota la mayor imprudencia.
Le ponen la tapa al pomo,
cuando en cualquier momento calibran sus motocicletas sin prever el riesgos a
los que se exponen y las amenazas a quienes anhelan transitan libremente por el
lugar que considera les corresponde.
Cometen esas acciones en
las narices de las autoridades policiales, municipales, militares, judiciales,
gubernamentales, sin que se le ponga freno a esas barbaridades.
Y si en Sabaneta las calles
tuvieran rotuladas y provistas de semáforos, tampoco, en definitiva, respetaran
nada de eso, porque de existir quien tienen la obligación de aplicar la ley y
de imponer sanciones, carecen de moral, porque ellos, también cometen los mismos
delitos.
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