
La Oficina Nacional de Estadística reportó la
cantidad de 123,686 nacimientos de madres solteras en 2016.
En 2015 informó que alrededor del 40% de los hogares
de República Dominicana eran formados por un solo progenitor, padre o madre y
dentro de ese porcentaje el 33% era de jefatura femenina.
Reportes de prensa sustentados en los datos de la
ONE indican que desde el 2001 hasta el 2012, el 88% de los nacimientos fue de
madres solteras.
Esto evidencia que ha habido un incremento constante
de hogares monoparentales.
Sobre el impacto en la sociedad que provoca esta
realidad, el neuropsicólogo Alejandro Maríñez explica que las madres solteras,
como consecuencia de una serie de factores, se pueden ver más expuestas a
condiciones y trastornos psicológicos que sus contrapartes casadas.
“De hecho, algunas de esas situaciones podrían
afectar a su vez en la crianza de sus hijos. Por lo que es importante examinar
dichos factores y desarrollar estrategias para combatirlos, por el bien de la
sociedad”, comenta.
Cita que investigaciones indican que las madres
solteras tienen mayor probabilidad de caer en dificultades financieras y esto
contribuye a que presenten menor salud mental.
Un estudio realizado por el Banco Interamericano de
Desarrollo y el Banco Mundial halló que los hogares de madres solteras
registran una tasa de pobreza del 20%, lo que evidencia una diferencia de 8%
más en relación a los hogares de mujeres con su pareja.
TRASTORNOS
PSICOLÓGICOS Y SU DEBIDA ATENCIÓN.
Algunos trastornos psicológicos pueden tener su raíz en situaciones que viven las mujeres que tienen que criar a sus hijos solos.
Un ejemplo es la depresión. Su comienzo se
diagnostica el doble de veces en madres solteras que en las que crían a sus
hijos junto al padre.
Las dificultades financieras aumentan la
probabilidad de sufrir episodios crónicos de depresión, por lo menos una vez al
año.
Así lo da a conocer el neuropsicólogo Alejandro
Maríñez, quien dice, además, que las madres solteras reportan mayores niveles
de estrés.
Este factor se ha relacionado con niveles más bajos
de apoyo social percibido y menos contacto con amigos y familiares, lo que
podría deberse a la menor cantidad de tiempo del que disponen.
Impacto
en los niños.
Sobre este punto, Maríñez resalta que, a diferencia
de la creencia popular, la falta de tiempo de los padres con los hijos afecta
más a los adolescentes que a los niños pequeños.
Estudios han evidenciado que una supervisión
efectiva y una mayor cantidad de tiempo que los padres dediquen a sus hijos
adolescentes se relacionan con menos probabilidades de delincuencia.
Las madres y padres solteros a menudo tienen que
trabajar muchas horas, y variables como el tiempo que dediquen a los hijos y el
estilo de crianza los afectan directamente.
Un estudio realizado durante el transcurso de cinco
años en Estados Unidos encontró que los hijos adolescentes de madres solteras
con bajo salario se veían afectados negativamente si la madre tenía un empleo
inestable o estaba sin trabajo por largo tiempo.
Entre las implicaciones se encuentran aumento de las
probabilidades de deserción escolar y disminución de la autoestima.
Aunque en términos generales a los hijos
provenientes de familias monoparentales les puede ir bien, en promedio
presentan un ligero rezago social y educativo en comparación con los de
familias con ambos padres.
Se ha demostrado que en un núcleo familiar
equilibrado, los hijos interactúan más con sus progenitores, leen con más
frecuencia y muestran mayores progresos en la escuela.
De acuerdo a una investigación del 2003, esta brecha
es menor en países que poseen políticas de apoyo a familias monoparentales, más
tiempo libre en el trabajo y permisos de maternidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario