El juez del caso Robert
Neary, dijo que fijó el 25 de ese mes para comenzar los procedimientos previos
al enjuiciamiento de Elvin García,
Santiago Rodríguez Hernández, José Muñiz, Manuel Rivera y Jonaki Martínez
Estrella, a quienes se señala como los que apuñalaron a Junior,
luego de ser arrastrado desde el interior de una bodega, donde trató de
refugiarse para no ser asesinado.
De los catorce acusados,
solo cuatro de ellos se presentaron ante el juez el viernes para tomarles
pruebas de ADN, pero no se explicó por qué los otros diez no comparecieron en
el tribunal.
El magistrado dijo que la
fecha escogida es tentativa y no definitiva, y existe la posibilidad de que el
juicio no comience en febrero.
En la audiencia del
viernes, los fiscales también revelaron que muchos de los pandilleros hicieron
llamadas a familiares a la República Dominicana, donde eventualmente planeaban
huir, antes y después del asesinato del estudiante.
La
madre de Junior, Leandra Feliz, quien volvió a estar acompañada por parientes,
amigos y vecinos en la corte, dijo que ella esta será la primera navidad que
pasará sin su hijo, y que jamás volverá a tener una.
"Jamás volveré a tener
una navidad, ellos mataron a Junior y me mataron a mí", dijo la señora
Feliz.
Parte de los pandilleros
acusados tendrán que volver a la corte el 22 de enero y otros el 25 de febrero.
En enero, se iniciarán los procedimientos, mientras los abogados de algunos
dijeron que es posible que solicite que estos sean enjuiciados por separado.
Los fiscales dijeron
también que los cinco acusados de asesinato en primer grado, podrían enfrentar
un nuevo cargo de tortura.
Los otros nueve acusados
son imputados de asesinato en segundo grado.
Las
llamadas.
El
canal de televisión WPIX 11, reveló en una investigación titulada los Archivos
de Junior, que los pandilleros hicieron contacto con cómplices en la República
Dominicana, antes y después de ser arrestados y que algunas llamadas se
hicieron desde la cárcel de Rikers Island.
El medio difundió
grabaciones de audios en las que se escuchan las voces de los trinitarios que se
comunicaron, diciendo que no es un caso que se basa solo en imágenes de cámaras
de vigilancia que captaron el brutal asesinato de Junior, sino también en
docenas de registros que muestran el rastreo y movimiento de los sospechosos en
las horas anteriores y posteriores al asesinato de Junior.
El
canal dice que entre las fotos que revisó había dos selfies tomados por el
sospechoso Manuel Rivera y recuperadas de su teléfono celular.
El reportaje dice que en la
primera foto, un sombrío Rivera se sienta en una silla de peluquería,
preparándose para que su cabello oscuro y ondulado sea teñido por una mujer que
lleva guantes protectores.
En la segunda foto, un
Rivera que aún no sonríe ahora tiene el cabello rubio neón, después de terminar
el tinte.
Cuando Rivera fue arrestado
varios días después en un escondite de los pandilleros trinitarios en Paterson,
Nueva Jersey, su nuevo y distintivo peinado se destacaba, dijo PIX11.
Los reporteros del canal
revisaron más de una docena de fotos tomadas por la Policía Estatal de
Connecticut del carro Honda plateado 2008 que los patrulleros detuvieron el 9
de julio, cuando arrestaron al sospechoso Luis Cabrera Santos, tirando a su
novia a la grama, mientras el bebé de la pareja estaba dentro del vehículo.
Las fotos muestran
numerosas huellas dactilares tomadas en las puertas y la carrocería del
automóvil. Otras huellas fueron descubiertas dentro del Honda.
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