I.- Querer a la ciudad de Santiago de los
Caballeros
1.- Ningún ser humano escoge el lugar de su nacimiento. Escapa a la
voluntad de la criatura seleccionar en el globo terráqueo dónde va a llegar al
mundo de los vivos. Lo que si puede hacer una persona es dentro de su patria
preferir tal o cual territorio para residir en forma permanente o transitoria.
2.- Particularmente yo, resolví vivir en la República Dominicana,
específicamente en la ciudad de Santiago de los Caballeros, y para tomar esta
determinación no lo pensé dos veces; la ejecuté sin titubear, duda alguna o
vacilación. Mi voluntad de hacer mi vida en el terreno cuna de mi nacimiento
fue libérrima, sin caer en balanceo de ninguna clase.
3.- Todo lo de Santiago me gusta; me cautivan sus gentes por su trato
llano, afable y directo; me fascina su clima y admiro la laboriosidad de sus
habitantes. Me mantengo seducido por lo que es el espacio físico donde mi madre
me parió. Mi Santiago querido forma parte de mi existencia; estoy capturado por
ese pedazo de tierra que llevo prendido en mi corazón.
4.- Por la importancia que tiene para mí la ciudad de Santiago de los
Caballeros, me motiva a permanecer atento a todo lo que ocurre en su seno. Me
he formado la idea de que mi Santiago debe ser el lugar donde su población
lleve una vida acogedora dentro de sus posibilidades.
5.- Tenerle cariño a Santiago es llevarlo pegado del alma para que sea un
lugar en el cual cada quien se interese para que sea hospitalario; un sitio
donde el visitante se dé cuenta de que ha llegado a una comunidad de mujeres y
hombres con sentido de solidaridad, cordialidad y sociabilidad.
6.- El Santiago de los Caballeros que merecemos y aspiramos tener,
debe ser viable, sin dificultad para vivir material y espiritualmente; un
ambiente donde la posibilidad de permanecer sea hacedora, realizable, y no un
sitio de padecimiento prolongado, un calvario para estar siempre en dificultad.
7.- La postura con relación a la ciudad donde muchos habitamos, no debe
depender de la persona que esté al frente de la alcaldía. La actitud de los que
queremos a Santiago viable es la de estar siempre con la atención puesta en lo
que conviene o no a la comunidad; vigilantes a los fines de que nuestra villa
sea la que aspiramos y necesitamos.
8.- La forma de comportarnos con respecto al Santiago de los Caballeros que
deseamos disfrutar, es la que nos va a calificar como santiagueras y
santiagueros que queremos a nuestra ciudad, sin importar la persona que la
administra en un momento determinado. Por lo que a mi atañe, puedo decir que lo
que le conviene a Santiago de los Caballeros está por encima de pequeñeces y
sectarismo; caprichos, resabios y diferencias personales; apetencias grupales y
todas aquellas debilidades que solamente sirven para dividir a los seres
humanos por asuntos intrascendentes.
9.- La ciudad de Santiago de los Caballeros, en los últimos años, desde el
punto de vista de la administración municipal se ha movido entre más o menos
buena, aceptable y pésima, La actual, partiendo de lo desastrosa que fue la
anterior, se puede decir que se ha mantenido buena en lo que se refiere al
ornato, limpieza y ha dado pasos positivos en procura de organizar el
desorden en el tránsito urbano de vehículos.
10.- Es posible que si el alcalde de Santiago mantuviera relaciones
armoniosas con sectores de la comunidad que están en disposición de aportar sin
procurar beneficios personales ni para hacer politiquería, habría hecho hasta
la fecha una mejor gestión. Si es cierto que el administrador del cabildo tiene
adversarios políticos que se interesan por llevarlo al fracaso en su gestión,
no es menos cierto que hay munícipes en disposición de colaborar por el bien de
Santiago y nada más.
II.- Dificultades en Santiago que deben preocuparnos a todas y a todos.
Soluciones posibles
11.- Porque soy un hombre libre por entero y no procuro quitarle espacio
político a nadie, me siento plenamente abierto; sin restricción para expresar
mi sentir; decir lo que es mi parecer para que se solucionen algunos problemas
que afectan a todas y a todos los que vivimos en Santiago, entre los que se
destacan:
a.-) El desorden en el tránsito de vehículos. En un pasado reciente se
unificaron el desarrollo del maquinismo vehicular y el fenómeno de la
corrupción, lo que ha traído como consecuencia que nuestro querido Santiago se
ha convertido en algo luciferino; en un medio en el cual vivir constituye un
castigo permanente, moverse por cualquier lugar es un enredo que mortifica
porque el caos predomina.
b.-) Los negocios efectuados por la alcaldía anterior con las franjas que
autorizan a los carros del transporte público a transitar por determinadas
calles, y la comercialización con el cambio y extensión de rutas para favorecer
empresas expendedoras de alimentos, trajo consigo el trastorno de lo que era el
movimiento normal de vehículos de concho. La mercancía dinero se impuso sobre
la tranquilidad espiritual y la seguridad personal de los habitantes de la
ciudad de Santiago de los Caballeros. Procede que las nuevas autoridades
municipales dejen sin efecto los cambios de rutas que se llevaron a cabo
mediante negocios que han lesionado vivamente a nuestra comunidad.
c.-) El servicio de taxis. La labor de los taxistas en la ciudad de
Santiago, en sentido general, es buena, y el material humano ejecuta su trabajo
con honradez y eficiencia. El problema de la operación de los taxis es que
tiene prácticamente ocupado todo el espacio público en los lugares donde se
aglomeran muchas personas, sin importar que sea clínica, supermercado o
restaurant.
d.-) Tomando en consideración lo necesario que es el servicio de
taxi, lo que procede es que la Alcaldía del Ayuntamiento de Santiago, acuerde
con los dueños de los vehículos para que tengan una base, o un centro donde se
mantengan estacionados a la espera de ser requeridos para realizar su trabajo.
La realidad es que los carros de taxis no deben continuar convertidos en los
amos de los espacios públicos. Una solución convenida se impone por el
bien de los habitantes de Santiago de los Caballeros, de los taxistas y de los
dueños de los vehículos.
e.-) Los negocios y el estacionamiento de vehículos. En varias
urbanizaciones de Santiago, la instalación de un colegio o el funcionamiento de
un restaurant, es un pandemónium, porque la intranquilidad existente termina de
inmediato. Algunos de los que abren al público una actividad comercial creen
que la vía pública es de su propiedad y una prolongación del espacio donde
realizan sus actividades comerciales.
f.-) Se impone que el departamento que en la Alcaldía del Ayuntamiento de
Santiago, tiene competencia para autorizar la construcción de una
edificación para negocios, exija que en los planos se especifique el área
destinada para el estacionamiento de los vehículos de sus futuros clientes. Las
calles y avenidas son de uso público y no para que los dueños de negocios las
utilicen como parqueo de sus parroquianos. De igual manera, el organismo público
con atribuciones para autorizar el funcionamiento de un negocio de cualquier
naturaleza, debe solicitar indicar en los planos los lugares donde estacionaran
sus vehículos los clientes.
g.-) Estacionamiento sobre las calzadas. Los desaprensivos que se han
dispuesto convertir a la ciudad de Santiago de los Caballeros, en un lugar
imposible de vivir en paz, ahora están haciendo uso de las calzadas para
estacionar sus vehículos, situación que obliga al transeúnte a caminar por el
centro de las calles, exponiéndose a ser atropellado por el proceder temerario
de un conductor cualquiera. Procede que las autoridades ejerzan sus funciones
ante aquellos que anarquizan el ambiente con sus actuaciones abusivas.
h.-) La instalación de negocios en las aceras. Además de constituir una
acción abusiva e irresponsable, el funcionamiento en las aceras de negocios
basados en la venta de frutas a las personas que conducen u ocupan
vehículos, representa un trastorno en el tránsito por calles y avenidas en
la ciudad de Santiago de los Caballeros, porque una vez el conductor se detiene
se forma una obstrucción que trae como consecuencia un desorden en
el movimiento vehicular. Hay que tomar medidas a los fines de impedir la
colocación de mesetas en las aceras para el expendio de frutas y otros
alimentos.
III.- Explorar soluciones
12.- Resulta atinado examinar todo aquello que venga en provecho de
resolver o atenuar los inconvenientes que existen en nuestra ciudad por el
aumento desordenado de las rutas, los carros y guaguas del transporte
público. Es necesario que el asunto del tránsito de vehículos en Santiago se le
busque una solución, lo que iría en favor de todas y todos los que habitamos y
queremos una ciudad acogedora, agradable.
13.- Conviene ponderar nuevamente el desempeño de los parquímetros en el
centro histórico de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Es posible que un
nuevo acuerdo entre la Alcaldía del Ayuntamiento de Santiago y la compañía
dueña de los parquímetros, haga posible paliar los inconvenientes presentes por
el tránsito anárquico de vehículos, principalmente en el centro de la ciudad.
En lugar de agravar la dificultad actual, los parquímetros pueden representar
un amortiguamiento.
14.- Las santiagueras y los santiagueros que en verdad quieren a su ciudad
y desean vivir en un ambiente de tranquilidad espiritual, están en el deber de
armarse de sensatez; poner a funcionar el sentido común y el buen uso de la
razón para hacer caso omiso a los que no hacen ni dejan hacer, y siempre
apuestan al fracaso; están preparados para el descalabro, pero nunca piensan en
los aciertos, en tener éxitos, alcanzar los objetivos perseguidos.
15.- Las dificultades que afectan a la ciudad de Santiago de los
Caballeros, lesionan a todas y a todos los que en ella habitamos, y deben ser
enfrentadas por los munícipes que aspiramos a disfrutar de un ambiente sano y
libre de complicaciones generadas por aquellos que no se adaptan a la vida
civilizada.
16.-El interés por tener un Santiago limpio y organizado no debe ser un
empeño exclusivo de la alcaldía. El deseo de la colectividad santiaguera por
una ciudad acogedora ha de estar más allá de las autoridades municipales. Es
signo de ser un buen ciudadano y munícipe querer a su país y a la ciudad
donde habitamos para que las instituciones funcionen con el concurso de
las autoridades locales, y las mujeres y los hombres que se interesan por una
ciudad digna de ser habilitada por ser bonita.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario