Nada es extraño en la República
Dominicana.
En un país en que el gobierno
gasta millones de pesos legalizando a haitianos invasores, no obstante, el
cuerpo de una dominicana lleva más de un mes congelado en una funeraria en
Valencia, España porque sus familiares no tienen dinero para traerlo y
sepultarlo.
La causa principal es que
Esmeralda García Campos de 46 años de edad ha fallecido de una enfermedad que
le afectó el hígado y hay que pagar 5 mil 500 euros para entregar el cadáver u
sus familiares no tienen un quiquí.
Esta es una historia que debe darnos vergüenza a los dominicanos que por
falta de “dinero” de la Embajada en España todos los periódicos españoles nos
tengan en sus páginas.
Esmeralda García Campos, es una humilde mujer nativa de Villa los
Almácigos provincia Santiago Rodríguez que se fue para España en busca de mejor
medio de subsistencia.
En su lucha por ganar dinero y ayuda a sus familiares enfermó del
hígado y murió.
Su cuerpo está en una funeraria de la isla de Palma de Mallorca.
Vivió en España por 12 años trabajando en la ciudad de Lérida en
casas de familia como doméstica.
Era madre de dos hijos, que estaban bajo el cuidado de la abuela
en Villa los Almácigos.
Nadie en España reclama sus restos mortales, porque sus hijos y
familiares residen en Villa los Almácigos.
Las autoridades diplomáticas dominicanas señalan que no tienen
presupuesto para repatriar el cadáver y la política del gobierno español
deporta emigrantes las personas vivas, no muertos.
No de pagarse los 5 mil 500 euros, el cuerpo de Esmeralda García
Campos y a sus familiares les esperan momentos aciagos, porque el mismo le
espera una fosa común junto a otros indigentes.
La imposibilidad de obtener la
documentación para viajar, reconocer un matrimonio o la reagrupación familiar,
lleva a muchos emigrantes a realizar verdaderas locuras, que terminan
costándole la vida.
En el caso de España, el gobierno dominicano tendría que exigirle
al español, que esta exigencia sea eliminada por ser discriminatoria, en
relación a los otros países iberoamericanos.
Parece ser que la “Madre Patria” discrimina a algunos de sus
hijos.
Esmeralda García Campos no pudo
cumplir con su sueño de emigrante.
Mientras sus hijos y familiares reclaman su cuerpo, los dos
gobiernos miran para otro lado.
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