1.- En
el curso de los últimos días, familiares, amigos, amigas, amistades y camaradas, de diferentes formas me han manifestado su
preocupación porque, por distintas vías, se han informado de mi estado de
salud, y me han transmitido su inquietud.
Al respecto aclaro lo siguiente.
2.- Hace
alrededor de dos meses, de manera sorpresiva y notoria, en mi cara se produjo
una significativa hinchazón, que en un principio se creía que era algo
alérgico, y luego de que, posiblemente, era la expresión de un tumor.
3.- Ante
semejante situación, en el país me sometí a los más variados estudios de laboratorio y radiológicos, incluyendo
biopsia y a un PET-CT.
4.-
Aunque ninguno de los exámenes que me practicaron aquí reveló algo tumoral, mis
médicos me recomendaron viajar al extranjero para someterme a estudios a
profundidad en los distintos órganos de mi estructura corporal.
5.- El pasado día martes, 20 de julio en curso, viajé
al exterior, a un centro de medicina
especializada donde me practicaron un PET-CT, desde la base del cráneo hasta la
mitad del muslo, y el estudio reveló la no presencia de ninguna tumoración
en mi cuerpo.
6.- Despejada la
posibilidad de que un tumor motive la
alteración de mi rostro, el equipo médico
que me asiste explora determinar otras causas posibles, partiendo de que, aunque la
inflamación no es hoy tan pronunciada como hace un mes, permanece la afección.
7.-
Han sido sumamente molestos los momentos que he pasado como consecuencia de la
lesión en mi cara. La situación me ha resultado irritante, altamente
mortificante.
8.- Con
esta declaración pública quiero llevar tranquilidad espiritual a todas aquellas
personas que me han expresado preocupación por mi quebranto, a la vez que han
hecho conmigo permanente causa solidaria.
9.- Me
sale de lo más profundo de mi corazón manifestar mi gratitud a quienes se han
identificado conmigo en los espacios de tiempo difíciles que he atravesado como
consecuencia del quebranto que me ha golpeado.
10.- Los problemas de salud no me amilanan, ni creo en influencias no explicables por la razón.
La superstición no está en mi código mental y forma de proceder. Confío en la
seriedad y formación profesional de los médicos que me atienden.
11.- No
me voy a dejar abatir. La vida es lucha permanente que hay que librar en
diferentes frentes. Ahora estoy en la brega defendiendo mi salud para continuar
accionando en el medio que he escogido para cumplir como ente social con los deberes que me imponen mis convicciones por un mundo mejor y que
solamente puedo cumplir estando en
buenas condiciones físicas y mentales.
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