Por Wendy Almonte.
Santiago,R.D.- A dos años de su trasplante de corazón en un hospital de Florida, Andy Herrera espera por el trasplante renal, pero sus padres temen que su estatus migratorio le impida calificar, por lo que piden ayuda a las autoridades dominicanas para conseguir una visa humanitaria o una visa de asilo.
Sandy Herrera y Karen Reyes, padres del adolescente que ayer cumplió sus 16 años, explican que en el UF Congenital Heart Disease Hospital, de Gainesville Florida, donde le harían el trasplante le piden por lo menos tres años de visa para hacerle la intervención y darle seguimiento, ya que ellos lo que tienen es visa de turista, y se ven precisados a pedir una extensión cada seis meses, y temen que en algún momento se la nieguen.
Expresaron que no tienen recursos para pagar un abogado, y no saben cómo moverse, por lo que apelan a la solidaridad de algún funcionario de la embajada dominicana en Florida, la Cancillería o alguna otra entidad gubernamental que puedan ayudarlos a regularizar su estatus, ya sea con una visa temporal o humanitaria, aclarando que su intención no es quedarse en Estados Unidos, como siempre lo han demostrado, sino lograr la salud de su hijo, quien rompió record como la persona que más tiempo ha durado (un año y 28 días conectado) conectado a la máquina ECMO, un corazón artificial, ya que el suyo no respondía, lo que le afectó los riñones.
“Tenemos una visa de 10 años, y por la gravedad del problema hemos tenido que estar pidiendo extensiones cada seis meses, con un costo de casi mil dólares. Al gobierno pasado le solicitamos un apoyo para ver si nos podían conseguir una visa humanitaria o una visa de asilo, porque tenemos que justificar como vamos a estar aquí para no pedir ayuda del gobierno americano”, expresó Sandy Herrera.
Dijo que aunque Andy ha ido recuperándose bien del trasplante de corazón, su condición no le permite venir a la República Dominicana ahora, ya que los medicamentos que usa no aparecen aquí.
Herrera explicó que necesitan la visa temporal hasta que Andy pueda solucionar su problema de salud y tener una vida digna, y mientras recibe el tratamiento quizás pueda estudiar y él trabajar, reiterando que han demostrado que no tienen interés de quedarse en Estados Unidos, ya que han seguido las reglas al pie de la letra.
“Queremos conseguir una visa con la que no tengamos que tener miedo que nos digan que no nos pueden dar la extensión, cuando le hagan el trasplante será más fácil poder seguir viviendo una vida plena, y para nosotros, que solamente tendríamos que preocuparnos por los medicamentos y las citas que le pongan, sea allá o aquí, por ahora lo que necesitamos es tener la mente tranquila después de ese largo camino que hemos tenido que recorrer, un año y medio dentro del hospital”, expresó el padre del adolescente.
En tanto que su madre Karen dice que ha tenido una mejoría sustancial, pero ha sido un poco estresante por el tiempo que duró en cama, que lo sacó de un entorno de la niñez y lo llevó a la adolescencia sin poder seguir el ritmo que siguen los niños de su edad.
“Gracias a todas las personas que estuvieron con nosotros en ese momento, en este camino tan largo. Gracias a los médicos y a todas las personas que nos apoyaron, Andy hoy cumple sus 16 años, es algo increíble, un milagro de Dios. El necesita un trasplante de riñón, estamos esperando reunión con los médicos del corazón y el riñón para ver cuál es el plan a seguir”, expresó Karen.
Recuperación
Tras recibir el trasplante del corazón hace dos años, Andy asegura que se siente bien, y con deseos de regresar a su país, pero entiende que primero tiene que recuperar su salud. “Gracias a Dios y a ustedes yo estoy aquí hoy en día, todavía me faltan los riñones, gracias por todo. Un abrazo a todas las personas que me ayudaron, los quiero mucho”, expresó Andy con voz angelical.
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