Por Marcelo Peralta.
Santiago Rodríguez es una
provincia que n o tienen dolientes.
Tras el actuar cuadro
desolador, se impone un renacer.
Entrar a Sabaneta lo que se
observa es un aspecto “mugre”.
Esta localidad de la Región
Noroeste donde nació la República en el año 1844 ha vivido entre luces y
sombras.
Sus habitantes viven entre
más sombras que luces.
En verdad, hay huellas que
no se borran.
La historia de Sabaneta ha
estado marcada por vaivenes.
Es la cuna de la
Restauración.
Por épocas ha sido
estancada por la ineficacia de sus autoridades.
La orgullosamente bautizada
como la “tierra de los músicos” está languideciendo.
Tuvo su época de gloria,
cuando competía entre las ciudades más limpias del país.
Hoy la situación es otra,
ya que tiene los peores índices en materia de abandono, pobreza, robos,
atracos, asaltos, criminalidad y descuido.
Crece el tráfico, venta y
consumo de drogas en que algunos jóvenes andan en las calles como “guiñapos".
Los habitantes cada vez
están emigrando hacia otras ciudades y a Estados Unidos.
Esos espacios son ocupados
por haitianos indocumentados.
Sabaneta se encamina a
convertirse en un pueblo fantasma.
El declive que acompaña a la
tierra de la leche parece que no tiene forma de revivirla.
Este pueblo sus habitantes
están perezosos, porque cada vez van perdiendo su esencia.
Es la ciudad más olvidada
por el gobierno de la Región Noroeste y sus habitantes ven que se disminuyen
las esperanzas de progreso.
"La ciudad, en su conjunto, sigue luchando con
altas tasas de desempleo, de pobreza, de delincuencia, y con un descenso de la
población.
Uno de sus mayores es la
falta de fuente de ingreso para miles de personas.
Renacer:
Caminar por las calles de Sabaneta es algo desolador porque están descuidadas y la vida de los habitantes es la misma todos los días.
Caminar por las calles de Sabaneta es algo desolador porque están descuidadas y la vida de los habitantes es la misma todos los días.
La ciudad está sucia y
descuidada.
A pesar del descalabro a
que ha sido sumida, está la esperanza de que Sabaneta en el porvenir surjan
autoridades que la puedan rescatar y devolverle el esplendor que una vez la caracterizó.
De no ser así se encaminan
a una “aldea”.
Parece que carece de
jurisdicción propia.
Sabaneta no tiene
autoridades capaces de transmitir al presidente Danilo Medina los males que la afectan
y tratar de buscarle solución.
Lo mismo que se percibe en
Sabaneta, es el mismo cuadro en Monción y Villa los Almácigos, porque no hay
diferencia entren uno y otro.
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