Por: José
Miguel de la Rosa
Periódico El País
Montecristi, R.D.-Aunque suena como una poesía, y quizá jocoso para algunos, esa es la dura
realidad que están enfrentando los ganaderos de las provincias de la Línea
Noroeste, quienes desesperadamente están haciendo todo lo que sea necesario
para mantener con vida a sus animales.
Mirar desde fuera la problemática que está causando la sequía en esa zona
es diferente a conocer de cerca lo que allí ocurre.
Reporteros de EL DÍA recorrieron junto a ganaderos algunas de las fincas
donde tienen el ganado, y fueron testigos de la tristeza que embarga a hombres
y mujeres cuando hablan de lo que han estado viviendo hace varios meses por la
falta de lluvia.
Las reses muertas aparecen en cualquier lugar de las fincas.
“Si aquí no llueve pronto la gente se va a caer muerta”, fue la expresión
de Agustín Guzmán, un ganadero con más de seiscientas reses, las que ha tenido
que distribuir en diferentes propiedades para mitigar la falta de agua y
comida.
Guzmán narró a EL DÍA que diariamente gasta entre diez y doce mil pesos
para adquirir alimentos y agua, porque sus fincas, como todas, están llenas de
polvo debido a la prolongada sequía que tiene casi un año.
Solo en la compra de agua su presupuesto diario es de tres mil pesos,
mientras que en gallinaza, afrecho y otros suplementos gasta la otra parte de
los recursos mencionados.
Pero a pesar de esos esfuerzos sus vacas no dejan de morir, y se han
muerto más de sesenta, lo que incrementa la pérdida millonaria que ha tenido en
los últimos meses.
En las fincas de este ganadero por cualquier equina se
observan restos de vacas muertas y otras languideciendo.
“Lo que el ministro de Agricultura ha dicho de esta situación ha quedado
corto con lo que aquí está pasando”, aseguró.
La producción de leche en las haciendas de Guzmán se ha reducido
considerablemente en un 80 por ciento en estos momentos.
“Imagínese usted, esas vacas están tan flacas que ponerse a ordeñarlas
sería desangrarlas”, dijo con un tono de voz que inspira tristeza.
Esa misma situación de calamidad es la que viven otros ganaderos, como
Rafael Guzmán (padre de Agustín), quien a sus 83 años es el de mayor edad del
distrito municipal Villa Elisa, Montecristi.
Este hombre, con notable preocupación, señaló que toda su vida se ha
dedicado a esa actividad y nunca había visto lo que se está viviendo con la
actual sequía.
“Nací entre las vacas y me voy a morir sin ellas si esto sigue así”,
lamentó Rafael Guzmán, en cuyas extensas fincas, con cientos de reses
enflaqueciendo, se puede observar animales muertos, lagunas y árboles secos,
así como un suelo con apariencia de un desierto.
EL DÍA también visitó fincas en Laguna Salada, en la provincia Valverde,
y allí la gente está con el grito al cielo, mientras las vacas no tienen nada
de comer en el suelo.
En esa zona los ganaderos también hacen “de tripas corazón” para hacer
sobrevivir sus animales, como Manuel Noesís, quien tiene que desplazarse todos
los días en una camioneta en busca de pasto para que sus reses puedan comer,
mientras el agua la adquiere diariamente de camiones vendedores.
En toda la zona la gente tiene que trasladarse kilómetros para conseguir
agua, debido a que los canales, ríos y lagunas están secos y en condiciones
mínimas.
A pesar de que la sequía afecta a provincias de las diferentes regiones
del país, Montecristi es una de las que mayor daño ha sufrido.
La crisis azota
—1— Alimentación
Las vacas son alimentadas con gallinaza, afrecho y paca, que deben comprar.
—2— Escasez
La melaza, que también se utiliza para alimentar las vacas, ha escaseado.
—3— La peor sequía.
Las vacas son alimentadas con gallinaza, afrecho y paca, que deben comprar.
—2— Escasez
La melaza, que también se utiliza para alimentar las vacas, ha escaseado.
—3— La peor sequía.
La sequía es considerada como la más larga de los últimos años.
Ayuda del Gobierno
no ha llegado para todos.
Auxilio. A los ganaderos de Villa Elisa y Villa Lobo les preocupa que con
la actual situación no han recibido ayuda de las autoridades, y a pesar de que
el ministro de Agricultura ha anunciado algunos planes para auxiliarlos,
afirman que a ellos no les ha llegado nada.
Otros lamentan que las ayudas (caña, melaza, agua y otros alimentos) solo
se las entregan a los ganaderos que pertenecen a asociaciones y a los que
además son dirigentes políticos.
Expresaron que hace varios meses el director del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olgo Fernández, se comprometió a colaborar con
la limpieza de noventa lagunas, pero nada ha hecho todavía.
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