Miles de haitianos en un campo de concentración dominicano.
Editorial del viernes: En República Dominicana hacen falta COJONES. Los dominicanos no tenemos que cargar con las desgracias de los haitianos.
Por Marcelo Peralta
La situación política social y económica de la
patria del Emperador Jean Jacques Dessalines quien la gobernara desde el
año 1804 al 1806 está vuelta en un desastre, en una bomba de tiempo cuasi al
explosionar.
Aunque allí no ha habido nunca estabilidad, sin
embargo, la presente situación actual, tanto en Haití como en la frontera de
República Dominicana por ser un archipiélago da miedo, porque estamos en una
frontera militarizada.
Vivir en la frontera con Haití, por ejemplo en Dajabón,
Elías Piña, Pedernales, Jimaní y Restauración es acostarse y no saber si amanecerá
vivo.
La vorágine en que está ese fallido país es una
bomba de tiempo que en poco tiempo podría estallar y generar una estampida de
hombres y mujeres desesperados hacia República Dominicana.
En la frontera dominico haitiana ha sido reforzada
por el gobierno dominicano con unos cuantos guardias que cualquier avalancha de
haitianos no se sabe en qué parará la cosa como dice una estrofa de un merengue
típico criollo.
El reflejo de la alerta militar dominicana con un despliegue
de unidades antimotines y fuerzas armadas no resolvería en nada la entrada masiva
de haitianos y haitianos si observamos los salvajes que por naturaleza son.
La frontera dominico haitiana ha sido tema de
inquietud natural entre quienes viven en las comunidades colindantes con Haití,
hacia donde han sido movilizados soldados a fin de repeler cualquier acción
anormal.
Los militares dominicanos no tienen experiencia de
guerras; mientras los haitianos son veteranos en esos menesteres quemando vehículos,
disparando, quemando banderas, asaltando embajadas y consulados ajenos,
soportando balas, hambre, sed, golpes y todos tipos de maltratos.
Los llamados vecinos del Oeste muestran su hartazgo
con discreción, no temen a las autoridades dominicanas y quieren seguir
beneficiándose de las ayudas del Estado con la entrada de miles de
indocumentados para cuando les toque entrar a la fuerza contar con la plataforma
que tienen en la Patria de Juan Pablo Duarte.
La tierra de Dios como se les denomina etimológicamente
a República Dominicana, ha sido estropeada, mancillada, golpeada y vejada por
quienes tienen la ÑOÑA en el Palacio Nacional y el partido que se denomina de
la LIBERACION, todo eso por dinero y proteger a los corruptos quienes se han
robado millones y millones del erario público.
Con la entrada a territorio dominicano de millones
de haitianos sin pagar un centavo queda demostrado lo que significa eso de
LIBERACION.
"¿Por qué engañar al pueblo con tantas
alcabalas en las carreteras ubicadas en las regiones Noroeste y Fronteriza si
los haitianos pasan por esos lugares en trullas?.
¿Por qué en el eje fronterizo se han colocado tantos
paquetes de militares para impedir la entrada de haitianos y cada día crece el
flujo en nuestro país y se sienten con más derechos y poderes que los criollos?.
¿Es que acaso esos militares no son quienes están
para defender a los hombres y mujeres de la Patria de Juan Pablo Duarte y no
para permitir, por alegadas ORDENES SUPERIORES dejar pasar a miles de haitianos
sin ningún tipo de documentos y los fines para estar en este país?.
El contrabando de mercancías, armas, drogas y muchas
cosas ilegales entra a todas horas y lugares desde Haití hacia la República
Dominicana.
Ahora que haitianos se revoltearon destruyendo la tercera
parte de su fallido territorio entran a República Dominicana en masas creando
tensión a muchos criollos, y desde el gobierno. Amén y amén.
Si el gobierno dominicano tuviera cojones dispusiera
de un mayor aislamiento contra esos indocumentados, enemigos gratuitos, porque
los haitianos ni son dominicanos, tampoco españoles, menos franceses, sino una
etnia africana que en donde quiera que llegan son invasores y se quieren adueñarse
de lo que no es suyo y a destruirlo todo.
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