‘Yo creo que en las
escuelas hay que dar educación sexual, porque el sexo es un don de Dios para
amar. Que algunos lo usen para ganar plata, para explotar a otros, es otro
problema’, respondió Francisco ante la pregunta de un reportero panameño sobre
este tema que afecta con especial énfasis a Panamá y Centroamérica.
El sexo como don de Dios
necesita ser educado’, y eso significa ‘sacar lo mejor de la persona,
acompañarlo en el camino.
El problema es en los responsables de la educación a
nivel nacional, provincial o de cada unidad escolar, qué maestros escogen para
esto o qué libros de texto, subrayó.
Sobre el debate que suscita
en la sociedad panameña este tema, dijo: ‘no sé si es objetivo o no que no haya
educación sexual en Panamá.
Yo digo esto sin meterme en el problema político en
Panamá: tiene que haber educación sexual en los chicos.
Lo ideal es que
empiecen en la casa, con los padres’.
‘Y si ellos no saben cómo
hacerlo, entonces la escuela debe suplir eso, porque si no, se crea un vacío
que lo va a llenar cualquier ideología’, acotó.
Cabe señalar, que al cierre
de 2018 Panamá registró cerca de 10 mil embarazos en adolescentes, situación
que nos dista mucho de lo que ocurre en Centroamérica y buena parte de
Latinoamérica, según reportes periodísticos.
Relacionado a este
fenómeno, se refirió al aborto, ‘un drama terrible que para entenderlo bien,
hace falta estar en un confesionario’.
Al hablar del impacto sobre
la visita a Panamá y su cometido en la Jornada Mundial de la Juventud
centroamericana, que concluyó ayer aquí, el sumo pontífice aseguró que ‘le
cuesta pensar que alguien pueda cumplir una misión solo con la cabeza, porque
para cumplir una misión hay que sentir, y cuando sentís, te golpea la vida, te
golpean los problemas’.
En ese caso se refirió a la
experiencia vivida minutos antes de abordar el avión de regreso, cuando el
presidente panameño, Juan Carlos Varela, le presentó a un pequeño niño africano
que perdió a su madre mientras cruzaba la frontera con Colombia y quedó solo en
Panamá.
‘Eso te abofetea, y eso
hace que la misión empiece a tener color’, aseveró el Papa de los pobres, quien
siempre le aconseja a los jóvenes hacer las cosas con ‘el lenguaje armónico’ de
la cabeza, el corazón y la mano, de tal que piensen lo que sienten, y hagan lo que
sienten y piensen.
No obstante, ‘el termómetro
de si un viaje llena las expectativas es el cansancio. Y estoy refiltrado’,
acotó.
La víspera, tanto Varela
como el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, resaltaron la organización,
disciplina y nobleza de la gente, elemento este último que también fue
enarbolado por el papa.
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