El doctor
Juan Carlos Ramiro Novoa, jefe del departamento de hemodinámica de esa
institución habanera, fundada por el Líder de la Revolución cubana Fidel Castro
Ruz el 25 de agosto de 1986, destacó que cada día es mayor el número de
cardiopatías que se enfrentan mediante el cateterismo intervencionista.
Hoy varios niños
dominicanos diagnósticados con hipoacusia bilateral profunda, quienes
recibieron implantes cocleares en Cuba, regresaron a sus hogares junto a sus
familiares después de cumplir una segunda etapa de su tratamiento.
En
el Aeropuerto Internacional Las Américas, la comitiva fue recibida por el
embajador cubano, Carlos Jesús de la Nuez, y funcionarios del Despacho de la
Primera Dama de esta nación.
De
la Nuez intercambió con los familiares y el médico que los acompañó a la isla
quienes se mostraron agradecidos de las atenciones recibidas en la Clínica Cira
García, donde fueron operados primeramente y del Centro Internacional de Salud
La Pradera, lugar de la rehabilitación.
El
Profesor Auxiliar y Máster en Ecocardiografía rememoró que en sus inicios había
un predominio del cateterismo cardiaco con fines diagnósticos, y actualmente se
inclina hacia el intervencionismo, enfatizó.
Esta
relación se comporta igual que en otros centros de primer nivel en el mundo,
con muy alta seguridad de los procedimientos, baja tasa de complicaciones
letales y no letales y cada día hay más cardiopatías que se tratan por
cateterismo intervencionista como procedimiento de primera elección, acotó
Ramiro Novoa.
Entre las
dolencias, el eminente científico cubano citó las valvulopatías pulmonar y
aortica, los defectos septales del tipo interauricular e interventricular,
coartaciones de la aorta y las estenosis de ramas pulmonares.
Existen
otros procederes que se realizan desde el punto de vista híbrido, es decir
combinando las técnicas quirúrgicas con las del cateterismo intervencionista,
precisó el galeno.
Aunque
se ofrece de forma totalmente gratuita, a Cuba le cuesta de 10 mil a 12 mil
dólares un procedimiento de este tipo, porque los dispositivos de cierre
endovascular, de tipo stent son caros y su valor oscila de tres mil a cuatro
mil dólares, precisó.
En
el cardiocentro Wiliam Soler existe un centro de rehabilitación y todos los
niños intervenidos quirúrgicamente o por cateterismo se integran a los
programas de rehabilitación, con el fin de reincorporarlos a la sociedad en sus
mejores condiciones.
Seguir
trabajando por la seguridad y el bienestar de nuestros niños e incorporar las
técnicas más novedosas que se van introduciendo en el mundo, figuran entre las
proyecciones de esa institución, subrayó.
Ramiro
Novoa anunció que recientemente ese cardiocentro adquirió un equipo de
hemodinámica por un valor aproximadamente de dos millones de dólares y se
comprará otro de resonancia, lo que demuestra los esfuerzos del Estado cubano
para salvar vidas humanas, y continuar brindando una esperanza a quienes
merecen lo mejor.
Aunque el
bloqueo de Estados Unidos a Cuba hace más de medio siglo ha afectado
notablemente al sector de la salud, siempre hemos sabido sortear las
dificultades con el fin de tratar y garantizar la vida y con calidad a los
pequeños pacientes, concluyó.
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