El del 4 de agosto de 1946 ocurre el terremoto más grande de la historia sísmica en la Isla Hispaniola, con magnitud calculada en 8.1 y alcanzó intensidades de X y XI en la escala Mercalli Modificada.
Este terremoto acompañado de tsunami generó a raíz de
la sacudida sísmica en el poblado de Matanza de la hoy provincia María Trinidad
Sánchez, con olas marinas de 9 pies de altura,
recorrió 2 kilómetros tierra adentro y 300 casas destruidas.
Afectó los pueblos general José de Cabrera, Nagua y Francisco
del Rosario Sánchez, destruyó, borró de cuajo caminos vecinales, carreteras, puentes,
llenó de escombros campos agrícolas, mató gentes, animales y sepultó muchos.
Ha de estimarse más de mil hombres, mujeres, niños,
niñas, adolescentes y jóvenes, a pesar del terremoto, salida abrupta de las
aguas del Mar, había fuertes, persistentes temblores, en que el luto en la
nación y muertos por doquier.
Las vibraciones del fenómeno natural fueron tan
fuertes que en Moca provincia presidente Ulises Francisco Espaillat que el
Palacio Municipal se desplomó; el mercado público, la calle Nuestra Señora
del Rosario quedó obstruida por escombros; casa Consistorial, Club Rotario, Glorieta
del parque Ramón Cáceres, Torres de las Iglesias de Moca se fueron abajo.
En San Francisco de Macorís provincia Juan Pablo Duarte,
el Templo Católico la iglesia Nuestra Señora de la Mercedes, local del Partido
Dominicano; comercios sufrieron graves daños al ser azotados por la furia del
terremoto.
Llegó a Santiago, devoró un almacén que se desplomó a
causa de fuertes vientos; el canal presidente Rafael Leónidas Trujillo fue dañado,
arrecifes y acantilados en el Arroyo Salado se fueron abajo y poblados del país
sufrieron a causa del terremoto.
Según William C. Chisholm, capitán del barco cubano
“Camco I” que pasaba por el lugar, lo define algo que parecía una capa de
aceite brillante en el mar.
Es importante señalar que la asistencia, damnificados
del terremoto, fue muy rápida y efectiva.
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