En el fuego del pasado 27 que
devastó el negocio tradicional en La Vega, perdieron la vida los miembros del
Cuerpo de Bomberos, Juan María Concepción-Junior-, Olvis Baría y José Luis
Mojica cuando un piso de la edificación se desplomó y los atrapó.
Ubicado en la calle José Núñez de Cáceres número 53 en La Vega, es una tradición en el Cibao.
Doña Ismaela Pichardo agradeció
a sus clientes la lealtad al negocio y por haber creído en la familia Mora y
Pichardo por más de 60 años.
La bendición en la reapertura
de la Casa Mora estará a cargo del Sacerdote Porfirio Espinal.
Habrá un minuto de silencio
en memoria a los tres miembros del Cuerpo de Bomberos que murieron calcinados mientras
trataban de apagar el fuego el pasado 27 de octubre del presidente año.
Casa Mora es un lugar
emblemático de la provincia La Vega.
Doña Ismaela Pichardo-Irma- era
la modista, comenzó el negocio con 70 pesos, donde era la dueña, con una sola
máquina hacía zippers, vendía hilos, forraba botones, ropas al estilo de los
años 50, abastecía clientes y suplía los negocios en la ciudad.
Compró un local por la suma
de 600 pesos en el mercado de La Vega y lleva el nombre de Casa Mora en honor
al apellido de su esposo, quien dice “Era un “símbolo de su amor” con ella y
sus hijos”.
El inicio fue etapa difícil,
en que el escaso presupuesto la obligó a ser multifacética dentro de la
empresa porque no podía pagar empleado y ella trabajaba más de 20 horas al día,
vendía telas, cosía y cobraba.
La perseverancia y la fe en
Dios la ayudaron a progresar y nunca pensaba en dinero, sólo en levantarme
temprano, trabajar, acostarse tarde en la noche para ayudar a levantar la familia.
Agradece a Dios, a la familia
por su esfuerzo y arduo trabajo por al menos 20 horas diarias”.
La clave es, dice doña Irma Pichardo
es confiar en Dios, cumplir con los clientes, honrar a tiempo los préstamos,
ser honesta, disciplinada, servir, crecer; creer en la familia, el matrimonio y
en los negocios.
Pese a tener 83 años de edad,
Irma Pichardo sigue al frente del negocio y aunque con 60 años nunca lo
aseguró, haciendo “líos” ha vuelto a reactivarlo y las labores comenzarán de
nuevo este viernes 17 de diciembre.
Aún tiene dolor por la muerte
de tres miembros del Cuerpo de Bomberos de La Vega que luchaban por apagar las
llamas que destruyó su negocio.
“En minutos las llamas devoraron
todo y se llevó la vida de tres bomberos” cita doña Irma Pichardo.
Es una mujer creyente en Dios,
llena de positivismo, tiene fe, lee y cree en la Biblia que lo aprendido le
permite superar adversidades.
Y “este acontecimiento estaba
escrito en mi vida. Lo importante es saber que de todo fracaso viene una
lección. Cada causa tiene su efecto. Todo lo negativo que me ha pasado me ha
florecido”, dijo.
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