Por Alejandro Almánzar
El anuncio de emprender el año escolar de forma virtual en el país refleja
varias incógnitas, pues ni siquiera tenemos un sistema de electricidad mínimamente
estable, donde el país vive a oscura hasta por 20 horas al día.
Aunque la mayoría de los dominicanos posee un celular inteligente, en ocasiones no pueden ni darles carga al dispositivo por falta de energía.
Lo
otro es, ¿sabrán los jóvenes usar dicha Plataforma digital sin una persona
capacitada a su lado para ayudarlos?.
Indican que en New
York, es una de las preocupaciones, porque no todos los estudiantes poseen esas
herramientas y tampoco no todos les pueden dar el uso requerido, y ni hablarse
de un país "pobre".
Pero, y los padres que trabajan, cómo van a permanecer
como auxiliares de sus hijos para que estén pendientes de la hora de clases y
ayudarlos a comprender las materias.
Lo que parece más viable en estos momentos
sería el uso de la televisión y la radio, y el sistema virtual diseñarlo como
opcional hasta que las circunstancias permitan su eficiencia.
Lo basan ya que para nadie
es un secreto, de que ese será el futuro de la educación para lo que las
naciones deben irse preparando.
Pero que el gran escollo está en países como República Dominciana que es un
invento que a lo lejos deja ver su fracaso, porque como siempre, queremos
colocarnos a las alturas de países desarrollados, con las instituciones sumidas
en el atraso, con un patrón que existe desde el año 1930.
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