7 abr 2020

Cuarentena de los presos

noviembre 2013 – Página 40 – El Nacional Susi Pola.

Susi Polasusipola@gmail.com
La noticia de las instrucciones dadas a fiscales titulares y procuradores/as de cortes para solicitar a jueces/zas prisión domiciliaria a presos mayores de 60 años o en condición de enfermedad, no sorprendió por su finalidad: evitar el contagio posible en un espacio superpoblado en el que, el riesgo de infestación siempre es mayor.
En esta cuarentena, reiteradamente prolongada y probablemente continuada, porque la situación de contagio es su mayor peligro, no nos sorprende, pero si nos preocupa esa fase logística de identificación de los reos, en la que no hay datos suficientemente transparentes. Y la sospecha de que sea aprovechado para prevaler de libertades no tan justificadas y si recomendadas, está presente en este pueblo reiteradamente engañado.
Sería importante que la acción fuera limpia y diáfana, porque aquí hay presos de dolientes poderosos, que ni son viejos, aunque estén rondando los sesenta, ni están enfermos y como la cuarentena se va a seguir prolongando, según las proyecciones internacionales, el pueblo debería saber quiénes serán los reos agraciados.
Por lo demás, ningún preso condenado o en proceso de serlo, por violencia basada en el género contra las mujeres, sean violencias graves, violaciones sexuales, amenazas y feminicidios, debería pasar la cuarentena en su casa, donde las denuncias y datos aportados por la Policía Nacional y el Ministerio de la Mujer, así como las organizaciones que se ocupan de estos crímenes, refieren un aumento importante de violencias contra mujeres y niñas, obligadas a estar encerradas con el enemigo.
La situación provocada por la pandemia del COVI-19, si bien ha puesto en evidencia que los sistemas sanitarios no sirven en ningún país para un fenómeno tal, también ha demostrado que la capacidad social, política y económica de todos los países, grandes y pequeños y con sus diferencias, tienen que cambiar sus previsiones, en las que la gente común del pueblo ha de ser el primer objetivo, no como hasta ahora ha sucedido.
Y si tantos y universales errores, no ponen a los gobiernos a modificar ya mismo sus estrategias hacia la sobrevivencia de la mayoría de este país, por ejemplo, nos comerá el virus coronado y las consecuencias, serían demoledoras en todos los órdenes.
En todo caso, con la seguridad de las mujeres y las niñas, ya no jueguen más a decir y no hacer. Que la cuarentena de las agredidas sea vigilada comunitariamente y que aquellos presos que golpearon, violaron, mutilaron, amenazaron y mataron a mujeres y niñas, pasen su cuarentena en la cárcel, junto a los que tienen padrinos políticos, que se lo merecen.




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