Santiago,
R.D.- La pandemia del coronavirus ha demostrado al mundo que médicos,
enfermeras, bioanalistas; personal de apoyo al sistema de salud, debía ser pagados
mejores que los congresistas, futbolistas,
peloteros de Grandes Ligas, boxeadores, “políticos insípidos” y analfabetos.
Aún
así, esos abnegados hombres y mujeres de vocación a la medicina, nunca bajan la
“guardia”, salvando vidas, arriesgando las suyas; las de sus familiares y con
sueldos de miseria trabajan hasta 24 y 36 horas sin dormir en los hospitales y
clínicas privadas.
A
pesar de que el Estado sabe esa calamidad, ninguno de los más de 50 presidentes
que ha tenido el país desde 1844 al 2020 se ha dignado en mejor las condiciones
de los médicos y enfermeras de abajo.
Desde
el gobierno debe averiguarse la situación salarial, habitacional de médicos y
enfermeras.
Hoy,
que estamos arropados por el coronavirus, los políticos, legisladores,
dirigentes políticos y empresarios están en sus mansiones, los médicos y
enfermeras arriesgando sus vidas salvando las de sus semejantes, expuestos a contagiarse,
porque desde el gobierno parece no haber sensibilidad humana.
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