Partes de los asistentes. Al fondo la mesa principal
encabezada por el presidente Danilo Medina, el enviado
del Pala Francisco, Monseñor Gregorio Rosa Chávez y
otras autoridades.
Por Marcelo Peralta.
Puerto Plata, R.D.- El Distrito Municipal de La
Isabela, fundada por los españoles en la provincia Puerto Plata, al Norte de la
República Dominicana, se conmemoran 525 años de haberse oficiado el día 6 de
enero del año 1494, la Primera Misa del Nuevo Mundo.
Este acontecimiento católico, en que estuvo la
presencia de Cristo, concelebrada la homilía encabezada por el enviado especial
del Papa Francisco, su Eminencia Reverendísima Gregorio- Cardenal- Rosa Chávez,
de El Salvador, San Salvador.
La Primera Misa del Continente de América fue
oficiada el día 6 de enero del año 1494, con sede en la comunidad La Isabela, a
cargo del sacerdote de origen español Bernardo Boil.
Boil, fue el primer sacerdote que acompañó en el
segundo a la Isla, al Almirante Cristóbal Colón.
El religioso fue enviado en esa fecha por los Reyes
Católicos con la consagrada misión de evangelizar a los indígenas que ocupaban
la parte Este de la Isla a la llegada de Cristóbal Colón y sus lacayos que
luego exterminaron a nuestros nativos.
El Obispo de la Diócesis de Puerto Plata y Gaspar
Hernández, su Eminencia Reverendٕísima, Monseñor Julio César Corniel Amaro, se
encargado este sábado de hacer la exhortación a los fieles católicos de toda
República Dominicana durante el acto religioso.
Asistieron el presidente de la República, licenciado
Danilo Medina, su esposa Cándida Montilla de Medina; el enviado especial del Papa
Francisco, su Eminencia Reverendísima, Gregorio-Cardenal- Rosa Chávez; el
presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano y Obispo de la Diócesis
de la Región Noroeste, Monseñor Diómedes Espinal y el secretario de esa
institución religiosa Benito Angeles Fernández.
Además, por el gobierno dominicano estuvieron
presentes la Vicepresidenta de la República, Doctora Margarita Cedeño de Fernández;
el secretario de la Presidencia, Gustavo Montalvo: el ministro de Cultura,
arquitecto Eduardo Selman, autoridades civiles, militares, policiales, congresuales
de todo el país.
También, legaciones católicas de todo el país,
compuestas por miles de hombres y mujeres.
Mientras que desde el Vaticano en Roma, el Papa
Francisco, a través de su enviado especial, Cardenal de San Salvador, Gregorio Rosa,
felicitó al pueblo y envió un mensaje de aliento a los feligreses católicos de
la República Dominicano y el cual fue leído en la eucaristía.
Asistieron delegaciones de las 12 diócesis que integran
más de 600 sacerdotes y obispos y miles feligreses quienes se desplazaron desde
todo el país hasta la comunidad La Isabela en Puerto Plata.
A través del mensaje, el Santo Padre, prometió que
estar presente en la eucaristía por vía de su enviado especial, monseñor
Gregorio Rosa.
A través del enviado del Santo Padre exhorta a todos
los creyentes, a los pastores sagrados a que conserven siempre la fe Católica,
la proclamen con valentía, la vivan con amor y buenas costumbres, dijo el
obispo de Roma.
El papa Francisco encomendó a monseñor Gregorio
Cardenal Rosa que diga a los fieles dominicanos que “mientras ellos mismos dan
gracias a Dios con alegría por la presencia real de Cristo, verdadero Dios y
verdadero, tú exhórtales con tu palabra a que por intercesión de los
santos se entreguen de verdad a participar de este divino sacramento
siempre con dignidad y con frecuencia”.
Mientras que Monseñor Diómedes Espinal de León,
presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, habló en la eucaristía
felicitando al pueblo por los 525 años de efectuarse la Primera Misa en La
Isabela y en el continente.
Al final, el enviado del Papa Francisco, Monseñor
Gregorio-Cardenal- Rosa Chávez, de San Salvador, fue declarado visitante
distinguido por el Ayuntamiento del Distrito Municipal de La Isabela quienes
entregaron una placa de reconocimiento.
Zonas
de La Isabela.
El Parque Nacional Histórico y Arqueológico de Villa
de La Isabela es un lugar de alta significación histórica ya que alberga los
restos de la primera villa fundada por los españoles en el continente
americano.
Se destacan las fuentes históricas como las
investigaciones arqueológicas coinciden en que el poblado principal funcionaba
como asentamiento militar y estaba rodeado de un muro construido para
protección.
Hay cinco edificaciones de piedra distribuidas en
una extensión en dos hectáreas, la casa del Almirante, el almacén real, la
iglesia y la torre vigía.
A estas estructuras se le sumaba chozas de madera y
techo vegetal cuyos rastros ya no son visibles y un cementerio con
enterramientos indígenas previos a la conquista que fue también utilizado para
enterramientos cristianos de la época colonial.
Posee la línea de la costa, a unos 200 metros al
sureste de la casa del Almirante, se localiza el acantilado que sirvió de
cantera para extraer la roca utilizada en las construcciones.
A unos 2 kilómetros del asentamiento militar, en la
margen oeste del río Bajabonico, está el asentamiento civil, área ocupada por
los españoles y utilizada para las actividades agrícolas y ganaderas.
En sus alrededores hay algunos hornos de alfarería
utilizados para la fabricación de tejas y ladrillos.
Este lugar se conoce como Las Coles.
Facilidades del Parque, de asimilar al núcleo arqueológico.
Componen de 26 edificaciones de diversos tamaños que
albergan las facilidades administrativas, de exhibición y de recreación del
parque, hoy en vías de recuperación.
Su construcción fue financiada por el gobierno
español en el marco de la celebración del Quinto Centenario del Descubrimiento.
Incluyen un museo de sitio, laboratorios, biblioteca, talleres artesanales,
muelle y otras estructuras de soporte a la visita.
Estas áreas se hallan cerradas al
público.
Área protegida
complementaria, de 44 hectáreas, que
circunda las zonas antes mencionadas.
Existen asentamientos hispánicos, compuestos de Laguna
Grande y Dieguito e indígenas situados en Loma Candelón, Las Paredes, La Landra
y Laguna Playa, algunos de estos últimos de épocas previas a la colonización
española.
Las evidencias arqueológicas que indican que el área
de La Isabela estuvo habitada por al menos dos grupos aborígenes diferentes que
eran llamados taínos y macorixes que compartieron territorio con los españoles
durante los 4 años en que la villa estuvo poblada.
A éstos hallazgos arqueológicos toda el área es de
interés ambiental y con paisajes naturales con valles y acantilados, a las
diversas especies de manglar que pueblan las desembocaduras de los ríos Unijica
y Bajabonico y a su característica costa de arrecifes coralinos.
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