"Día del Agricultor". ¿Y?, "Así pienso".

Por: Marcelo Peralta

 

Hoy, 15 de mayo, día de San Isidro el Labrador.

 

Es, por ende, Día del Agricultor, que hace florecer la agricultura rica y bella.

 

Que la persona que echa la Tierra a parir frutos para alimentar a la humanidad.

 

Es la persona de sol a sol golpea la Tierra haciéndola agrícola y productiva.

El agricultor cría aves de corral, animales que a veces ni consume, sino que los vende para suplir necesidades en su hogar.

El agricultor  de manera excelente conserva sus árboles, juran proteger como recursos naturales, conserva ríos, al final ni siquiera le permiten aprovechar.

Al contrario, cuida árboles que ve crecer que al estar de provecho no permiten cortarse para que ricos, políticos y empresarios depredadores sean sus dueños.

El diestro agricultor produce al Estado ricas ganancias con el cultivo de sus frutos.

 

Es el agricultor real y verdadero protector del bosque, ese humilde padre, aunque el rico y el Estado lo vean sin valor.

 

Es agricultor primero es humano, arador, crea fortuna al asiduo, sin embargo, sus ganancias son mínimas.

 

Ese hombre es un neto labrador del campo, algunas veces con vida amargada.

Tiene limitaciones, falta de recursos, apoyo estatal, carece de agua en su hogar, energía, caminos vecinales, ofertas de mejorar entorno.

 

Sin escuelas para hijos, instalaciones deportivas, medios de transporte adecuado, canales de riego, crédito a tiempo, y todavía sigue golpeando la Tierra y doblando sus espaldas para llevar alimentos al pueblo.

 

A veces, tiene la tierra y carece de dinero para ponerla a producir, que en ocasiones no sacan ni siquiera "polvo".

 

Lo que acarrea que reciba polvo en sus “ojos” y “ceguera”.

 

El agricultor es, hombre discreto, que al sembrar la Tierra secada solo espera en Dios que la fructifique.

 

No valen voces inocentes oportunas, en que la inteligencia hecha nudos en las gargantas esperando apoyo de un Estado “sordo” que lo agobia.

 

Donde la “puerca retuerce el rabo”, es, en época de sequía y en  desgracias naturales que sus cultivos son "borrados" por desbordamiento de ríos, perdiendo cosechas y esfuerzos.

"Que Dios bendiga al agricultor honesto".