Por Marcelo Peralta
Villa Poppy, Constanza,
provincia La Vega, R.D.-Enclavada en el frío municipio de Constanza, Villa Poppy,
con potencialidades, atracciones naturales, ejemplo de cultivos agrícolas,
modelo de superación, desarrollo, moradores que viven y duermen dentro de
riquezas.
Este proyecto habitacional de
Villa Poppy, lleva el nombre del empresario santiagués José Armando Bermúdez
Pippa -Don Poppy- quien cedió los terrenos cerca de Río Grande en Constanza.
El proyecto posee 53 casas
con electricidad y agua en un área de las 117 tareas de tierra que donó la
familia Bermúdez radicada en Santiago.
La inversión fue de 60
millones de pesos entre los sectores público y privado para ubicar a las
familias desalojadas de los asentamientos agrícolas “Castillo” y “La Siberia”
que estaban dentro del Parque Nacional de Valle Nuevo en Constanza.
“Juana Tejada” una de las favorecidas
da gracias a Dios, a José Armando Bermúdez Pippa; al Estado y al sector privado
por ese proyecto.
Viven en buenas condiciones ambientales,
sociales, económicas, dentro de posibilidades y circunstancias.
Una colección de esfuerzos y
aportes hizo posible el proyecto que cambiará la vida de esta gente.
La fundación Rica donó 10 de
estas viviendas en extraordinario ambiente.
Protegidos por militares quienes vigilan el polígono.
Tras el altruismo del
empresario santiagués, el Instituto Nacional de la Vivienda -Invi- desarrolló a
favor de familiares carentes de recursos económicas.
La transformación llegó aquí
con el cultivo vegetativo, dinamizó la economía, florece la empleomanía, cambió
las condiciones de vida de decenas de hombres y mujeres, quienes con sus faenas
diarias obtienen recursos económicos y mantener las familias.
Griseida Ramírez muestra la luchaga orgánica que cultiva en su parcela.
Es evidente, una de las
mujeres laboriosas, convertida en “heroína” es Griseida Ramírez, tras la muerte
de su padre, se hizo cargo de las labores agrícolas y la manutención del hogar,
destacando el orgullo de ser jefa de hogar.
Ella es una de las manos
productoras de los agricultores desalojados de Valle Nuevo, su dedicación,
esfuerzo, de la mano del programa, miembro del “Programa Social Supérate” que
apoya el gobierno; la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación, entre otros organismos.
Ramírez dice cultiva, produce
y hago todo en la parcela con orgullo al ver la mesa abarrotada de lechugas que
hace poco fueron sacadas de la tierra.
Son cultivos orgánicos, sin
productos químicos, bien cuidado, de calidad y cantidad suficiente para
competir en el mercado.
El modelo de cultivo ha
mejorado, perfeccionan técnicas y tienen cada vez más control del cultivo.
Hay 50 familias viven, satisfechos
de tener mejor suerte que en la loma, de vida más fácil, algunos extrañan la
montaña, pero, ahora tienen mejores ingresos y bienestar familiar.
“Hay mucho trabajo”, comenta
Riquelma Taveras, madre y esposa que se une a las labores para construir un
mejor porvenir a sus hijos.
La jornada inicia de lunes a
sábado desde a las 6 de la mañana y dicen hasta que haya rayos del Sol, ya que
la tierra cultivable está cerca de sus casas.
En el programa Agricultura “Familiar
de Supérate”, incluye cultivo para consumo en el hogar y venta al público.
Instalaron una cooperativa
orientada por Gloria Reyes, directora nacional del “Programa Agricultura
Familiar Supérate”, con cuyas ventas ha generado un valor superior al millón, 788
mil 672 pesos.
Fortaleza y unidad
El verdadero valor de la
comunidad de Villa Poppy es la unidad de sus habitantes.
Las actividades se
desarrollan como en una sola familia en la que cada uno de sus integrantes están
dispuestos a darse la mano.
Superar obstáculos y su
cooperativa es un modelo que acaba de convertirse en la primera entidad de este
tipo en obtener el Registro de Proveedor del Estado.
Una noticia que los llena de
júbilo pues es abre nuevas puertas.
“El trabajo realizado en
Villa Poppy, tiene el respaldo de la Agencia de las Naciones Unidas para la
Alimentación que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre -FAO-;
la Embajada Británica; Ministerio de Medio Ambiente, las familias locales, y
una larga lista de aliadas y aliados.
Es la mejor prueba de que el
desarrollo económico y social de nuestro país se alcanzará únicamente con la
participación activa y comprometida de todos los sectores”, dijo Gloria Reyes datos
ofrecidos en un acto con miembros de la Dirección de Compras y Contrataciones
Públicas que entregó el Registro de Proveedores del Estado a la cooperativa
Villa Poppy.
El director general de la
DGCP, Carlos Pimentel, felicitó y motivó a los comunitarios, “por convertirse
en un modelo que contribuirá al desarrollo de las contrataciones
gubernamentales sostenibles e inclusivas y el impulso del cooperativismo en el
país.
Ofreció apoyo en este nuevo
camino que impactará sus vidas y la de sus familiares.
“Estamos contentos”. Así dijo
Melvin Tejada, agricultor de 38 años.
“Antes sólo producíamos papas
y zanahorias, ahora hay variedad de productos que ofrecer y existen compradores
seguros”, sostiene.
“Hay que trabajar mucho, dice
Tejada eso sí. Lo hacemos sin problemas ya hay resultados”, dice.
Tienen asesorías técnicas, el
programa Agricultura Familiar de Supérate, producen variedades de vegetales a
fin de satisfacer las necesidades del mercado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario