Si la frontera, supuesto está tan protegida como dicen desde el gobierno: Por qué cada día entran tantos haitianos a República Dominicana?
Por Marcelo Peralta
Soy un “neófito” en el
quehacer político partidista.
Ser traicionado es algo doloroso.
Las traiciones pueden ser
desde cosas pequeñas cómo la ruptura de una sencilla promesa hasta cosas
extremadamente duras que pueden dejar heridas para siempre.
No quiero ser simplista y dar
la impresión de que superar una traición es un proceso sencillo.
Creo que desde el año 1844
hasta este 2021 hemos sido traicionados.
Desde el nacimiento de la
República Dominicana que significa “Tierra de Dios”, surgida en el año 1844 al
2021 hemos tenido 53 presidentes.
El modelo político dominicano
ha sido nefasto y traicionado desde que ingresaron a él empresarios inescrupulosos que manejan las arcas financieras.
Hay gentes honestas que se resisten incursionar en la política partidista por temor a involucrarse con algunas de esas sanguijuelas.
Lo que ocurre en el país parecer tener similitud a lo sucedido con la pareja “Reina“.
El Rey Felipe de Edimburgo, renunció a la familia, a los apellidos paternos, a su nacionalidad, abandonó su carrera militar, a cambio de ejercer de Consorte”.
Los pactos en República
Dominicana nunca se han cumplido a cabalidad.
Se han hecho pactos con Haití
y ha sido inútil.
A lo interno, también.
Pactos y para qué?.
Cuando los gobiernos de Joaquín Balaguer se hacían acuerdos y creaban comisiones: Para qué?.
El pacto político del PRSC y
el PLD en el año 1996 acentuó una de las traiciones más fatídica y perjudicial
al país.
Desde ahí comenzaron los
flujos migratorios de haitianos a República Dominicana.
De la cárcel Rafey en
Santiago se sacaban a presas de nacionalidad francesas acusadas de narcotráfico y las trasladaban en helicóptero de las Fuerzas Armadas y llevadas al Palacio
Nacional.
Desde ahí, trasladas a su país
en vuelo privado, pagado con dinero del pueblo sin haber cumplido las sanciones
penales.
Y tampoco se sancionaran a los cómplices que intervinieron.
El famoso presidiario Alejandro Castillo Paniagua-Quirinito- acusado y condenado por violar leyes naciones dizque se murió, lo enterraron y ahora dicen que lo vieron paseando por Europa y Holanda.
Hay cuestiones en este país que no tienen nombres ni apellidos para calificarlas.
Ningún extranjero respeta las leyes y normas dominicanas.
Hasta el gobierno de Joaquín Balaguer en el año 1996 la migración haitiana estaba un poco controlada.
Del año 1996 a la fecha los haitianos entran en "trullas". Unos violan niñas dominicanas y les cortan con machetes sus brazos y no pasa nada.
Roban y asesinan ciudadanos dominicanos y andan libres en las calles.
Otros venden drogas, llenan el país de carretillas vendiendo ropas infectadas y alimentos que ellos mismos contaminan escupiendo y tampoco hay régimen de consecuencia.
De otros países los echan como "perros y fieras enjaulados", mientras aquí los veneran.
Estamentos estatales que eran “vírgenes” están permeados por una pudrición y corroída debido a altos niveles de corrupción y narcotráfico.
Aun así, el sistema de gobernar
ha sido “cómplice” de tantos desafueros.
No tengo “velas que encender
ni apagar” en el actual gobierno.
Pero, con la llegada al poder
del presidente Luis Abinader parece que habrá luz al final del túnel
Trata de implementar un
modelo con precedentes de combate a la corrupción administrativa.
Creó un Ministerio Público
dizque independiente, sin embargo, le hacen falta “dientes”.
En vez de aumentarle el
presupuesto le reducen las partidas económicas.
Transcurre el tiempo con
gentes presas a quienes les reclaman la devolución de dinero desviados.
Nadie ha tirado la primera
piedra entregando lo que supuesto se llevaron.
Las intenciones del
presidente Luis Abinader aparentan ser buenas.
Debe hilar muy bien, porque cercano
a él tiene colaboradores que hacen “daños” a su gestión.
El mandatario debe “sacudirse”
y echar fuera a aquellos “judas”.
Ojalá que cuando lleguen los
sombreros haya “cabezas”.
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