Por Marcelo Peralta
SABANETA, Santiago Rodríguez, R.D.- La cosmovisión
familia negativa y el olvido del Estado hacia la Provincia Santiago Rodríguez,
convertida por épocas en la cenicienta.
Es evidente que esta provincia donde nació la
República Dominicana, que significa “Tierra de Dios”, en las últimas no ha
recibido suficientes, eficientes y abarcadores programas para apoyar a la
juventud y manos productivas.
Las respuestas del Estado ha sido una “quimera”, en
virtud que muy pocos planes han llenados cometidos anhelados.
Pese a que la juventud constituye un segmento en los
roles sociales, son tesoros que brillan con alegría, llenos de simpatía, ansia
de producir en buena lid, aplicar la solidaridad, potencialidad y sueños que
esperan convertir en metas que favorezcan sus vidas y porvenir de su familia.
Residentes urbanos y rurales
de esta provincia, donde nació la República Dominicana, la juventud representa
una especie de jardín en plena primavera, que espera asistencia del gobierno
central a fin de sobrevivir.
Aquí, por doquier han jóvenes
capacitados y valientes, esperando oportunidades para demostrar sus cualidades.
Llenan en sus mentes la
esperanza de la Patria, el anhelo de convertirse en profesionales, formar
hogares estables, hacer los cambios, transformaciones sociales, luchar por un
mejor y próspero país.
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