Rodolphe Jaar conocido como
‘Whiskey, exnarcotraficante e informante de la Administración para el Control
de Drogas de Estados Unidos (DEA), está siendo perseguido e investigado por la
policía nacional de Haití por su implicación en el magnicidio de Jovenel Moise.
«El 1 de mayo de 2000, el
acaudalado empresario haitiano Rodolphe Jaar fue detenido por agentes de
aduanas de Estados Unidos mientras conducía en el sur de Florida», revela
Univision.
«Los agentes registraron su
coche de alquiler y se incautaron de una gran cantidad de moneda
estadounidense. Pero los agentes no detuvieron ni acusaron a Jaar de ningún
delito, a pesar de que estaba siendo investigado por presunto blanqueo de
dinero, según indican los documentos judiciales», prosigue la cadena.
Según los documentos judiciales Jaar, propietario de un negocio de importación y exportación en Haití, llegaría a ser uno de los narcotraficantes más prolíficos de Haití, ayudando a introducir al menos siete toneladas de cocaína colombiana en el país entre 1998 y 2012.
«Para salvar el pellejo, Jaar
se convirtió en informante del gobierno estadounidense para la Administración
para el Control de Drogas o DEA», documenta Univision en su portal digital.
En el 2013, se declaró
culpable de robar 50 kilos de la cocaína que supuestamente ayudaba a los
agentes a incautar, por un valor de alrededor de un millón de dólares.
Jaar volvió a Haití Tras
salir de prisión en 2016, y su nombre ha salido a la luz como uno de los
sospechosos del complot para asesinar al presidente haitiano, Jovenel Moise,
quien fue abatido a tiros en su habitación el 7 de julio.
Señalan que Jaar
asistió supuestamente a una extraña reunión en Puerto Príncipe, la capital de
Haití, en la que se discutió un plan, con el supuesto respaldo del gobierno de
Estados Unidos, para detener a 34 empresarios y funcionarios gubernamentales
haitianos implicados en el tráfico de drogas y el blanqueo de dinero,
utilizando agentes de la Oficina Federal de Investigación y de la
Administración para el Control de Drogas.
En tanto que el Departamento
de Estado niega que haya existido tal plan y la policía haitiana afirma que los
nueve participantes están implicados en el complot para matar al presidente.
«No hay absolutamente ninguna verdad en las acusaciones de que el Departamento de Estado, el FBI, la DEA o cualquier otra entidad del Gobierno de Estados Unidos estuvo involucrada en este complot», le dijo un portavoz del Departamento de Estado.
La mayoría están detenidos, excepto Jaar, que es un fugitivo, y otros dos haitianos, un funcionario del Ministerio de Justicia que fue despedido este año por corrupción y un exsenador.
Sigue sin estar claro cuál
fue el papel de Jaar en la reunión, qué se discutió realmente y si tuvo algo
que ver con el asesinato de Moise. Tampoco se sabe si Jaar seguía trabajando
como informante de la DEA después de su regreso a Haití.
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