Por Marcelo Peralta.
Este jueves 15 de julio del año 2021 es una
fecha memorable.
Es el día en que murió el hombre más
importante del surgimiento de la República Dominicana.
Se trata del hombre más transparente como fue
Juan Pablo Duarte y Diez, fundador del país que es la Tierra de Dios.
Juan Pablo Duarte y Diez fue un hombre digno
que nunca cesó en combatir a los intrusos para conservar incólume y entera a su
República.
Duarte Diez nació el 13 de enero del año 1813
y murió el 15 de julio del 1876.
ES el hombre más transparente que ha parido
esta Tierra.
Ha sido el primero en aprobar la honestidad y libertad
justa.
Duarte Diez se mostró contrario a la obtención
de la fortuna con dinero del Estado.
A pesar de la época en que actuó, sin embargo,
estaba convencido que estaba en la necesidad de ir abriendo paso a una nueva
institucionalidad, dentro de los principios de la honestidad.
Las circunstancias en la que actuó Juan Pablo
Duarte y Diez no era de tratarse de promover “ego”, sino plasmar que los fondos
del pueblo son “intocables”.
Con esa actitud, el Padre de la Patria jamás
pretendió “confesarse el más honesto”, sino demostrar que realmente debe conservarse
la honestidad en el manejo de los recursos.
Es de sobra conocido que en el país se haga
necesario demostrarlo, cuántos, quiénes son capaces, vigilantes de cuidar, conservar
la santidad del matrimonio estatal.
El país debe orientar a las huestes de jóvenes
dominicanos que serán quienes defenderán los destinos de la República
Dominicana.
Sería conveniente decirle “Joven te veré a
ti, incólume, y te oiré decir de boca y ojo, plegarte al cuello de los quienes pretendan
de aquí en adelante se robarse el dinero del pueblo”.
A la juventud hay que decirle no burlase de la
tristeza, pero, tampoco que nunca se dejes burlar de nadie.
Que nunca se queja de la tristeza de otros y
que reflexione respecto al porvenir del país.
Instar a los jóvenes nunca se deje influenciar
por acontecimientos adversos y que se reajusten los pantalones para enfrentar
lo que le depara a la República Dominicana.
No se puede permitir que la juventud se deje sentirse
triste y que lo más importante es buscar soluciones.
Pedimos a la juventud dominicana que se eduque,
aprenda, enseñe a los menores a acabar con la tristeza, que cuide de la
escuela, ame a sus padres y valore lo que es vivir en una “Patria Libre y tener
una Soberanía y Territorio firme y sin se hollado por soldados extranjeros,
fuesen aliados o enemigos”.
Quienes estamos en la actualidad luchando contra
la transacción y de actos rectificatorios atribuidos a gobiernos anteriores,
para que en el porvenir no haya la influencia, la intervención de circunscrito
a tiempo y plazos determinados que vengan a justificar decisiones a favor de
una Patria Libre como es República Dominicana.
Tras la desaparición física de la actual
generación, ha de esperarse que el país tendrá una representación nacional con interés
y esfuerzo de un pueblo guiado por la voluntad, mente de jóvenes con tarea
gigantesca de alcanzar metas superiores y que entiendan que ningún hombre
es incólume a la experiencia del poder.
La juventud que nos reemplazará es la que
deberá dirigir la política general del Estado, representar el país, mantener la Independencia,
el honor de la República Dominicana, integridad e inviolabilidad del territorio
nacional.
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