Por Marcelo Peralta
A la República
Dominicana parece que le cayeron las plagas de Egipto.
En el pasado, el mundo
palpó que se traspasó el agua en
sangre, hubo invasión de ranas; piojos, moscas, peste del ganado, úlceras corporales,
lluvia, fuego, granizo, langostas y saltamontes.
Las
plagas que azotaron a los egipcios se producen tras Moisés y los judíos
escaparían del Faraón para emprender su viaje hasta Israel a través del
desierto.
Es
posible atribuir eso de la "plaga" un fenómeno real en el cual se
habrían basado los antiguos escritos.
Moisés
golpeó con su bastón las aguas del Río Nilo y las convirtió en sangre.
Su
hermano Aaron provocó que los canales, estanques y piscinas de todo el país que
los secó y los peces del río murieron, el agua del Río Nilo era imbebible para
los egipcios.
Respecto
a la cuestión del canal de riego que construye el gobierno de Haití para desaguar
el Río Masacre.
Los
haitianos están colocando barreras para obtener agua potable.
Hay
escándalos políticos y robo del dinero del pueblo que llenan las páginas en los
medios de comunicación y está sociedad indignada.
Las
malas prácticas de robos de dinero del pueblo llevan siglos de historia y
parecen inherentes al ser humano.
La
corrupción, es la lacra, que no cesa en los gobiernos.
Hoy
día, basta con hojear los periódicos físicos y leer los digitales que son
dirigidos por gentes honestas, verse los escándalos que se suceden.
La
práctica es bastante extensa.
La
corrupción antiguo como el ser humano, la que viene desde el reinado de Ramsés
IX que surgió en el año mil 100 antes de Cristo.
En
el año 324, Demóstenes fue acusado de robarse bienes depositados en la
Acrópolis del tesorero de Alejandro, condenado y obligado a huir.
Pericle
el Incorruptible, fue acusado de especular los trabajos de construcción del
Partenón.
La
corrupción existía antes de los episodios citados, las prácticas se
consideran ilegales.
En
la antigua Mesopotamia, en el año mil 500 ante de Cristo hubo un trato con un rico
era una vía que establecía relaciones pacíficas.
Los
partidos políticos antes de seleccionar a un candidato debía ser una persona
solvente, hoy día ni siquiera tienen currículo social.
Desviar
los recursos públicos es práctica reprobable.
Aunque
hay autoridades que se hacen de la vista gorda en que el país es testigo de escándalos
de corrupción.
El
sabio Cicerón reconocía que quienes compran la elección a un cargo buscan el
vacío de su patrimonio.
Las
extorsiones e intimidaciones son daños terribles para el país, junto a la
corrupción administrativa tienen la ropa llena de bolsillos.
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