Santiago, R.D.-Moradores del
sector Pekín, al Sur de la Provincia Santiago, vivió uno de los aspectos más
repulsivos y desagradables que genera de la muerte trágica.
Quienes acudieron a una
tragedia jamás vivida aquí, sintieron que sus corazones latieron, en que
algunos hasta se orinaron en sus pantalones y en sus estómagos tenían especie
de hormigueros.
Algunos confesaron que en sus
estómagos retumban, las tripas no resistieron y hasta vomitaron de la tensión.
Otros, sufrieron escaras,
sonrojos, sudares fríos, tembladeras y ataques de nervios.
Al enterarse de la tragedia,
confirmaron que sus corazones latieron acelerados, cerebral, órganos funcionales y pulso se dislocaron.
Mientras que para las
brigadas de rescatistas, realizar una labor así nunca ha sido tarea fácil.
Resulta que el nombrado
Carlos Gavino, de 35 años, residente en el sector de Pekín, padre de un menor,
sin trabajo, con una esposa, observó que se realizaban una zanja con una
retroescavadora.
Acudió al lugar a buscar empleado,
sin embargo, cuando estaba en el sector Los Prados, en los alrededores donde la
máquina hacía sus labores, un deslizamiento de tierra lo sepultó y murió de
manera trágica.
Tuvieron que intervenir rescatistas,
brigadas de la Defensa Civil, Cuerpo de Bomberos, voluntarios, policías para
rescatar el cuerpo inerte del labriego.
Mientras que el director
Regional Norte de la Defensa Civil, profesor Francisco Arias, informó que se
las ingeniaron para hallar el cuerpo del labriego.
Al ser rescatado fue
trasladado al Instituto Regional de Ciencias Forenses para los estudios de
rigor.
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