Julio César.

Por Marcelo Peralta

El periodismo es la mejor profesión del mundo.

Ejercerlo sin aceptar dádivas tiene riesgos peligrosos.

Es una actividad regular,  continua de recogida, elaboración y difusión de noticias relacionadas a novedades que ocurren en el mundo.

Para que un hecho se difunda al mundo, es impostergable que llegue  a los ciudadanos con la calidad, velocidad y nítida de transmisión.

A raíz del siglo XVII había diarios que reclutaban a los mejores periodistas y escritores para la elaborar bien las noticias.

El boom de los hechos noticiosos tuvo su “apogeo” en el siglo XX con la expansión de la radio y la televisión.

Se expandió con la llegada del Internet en el siglo XXI.

Prácticamente de poco ha servido los avances en la mejora, elaboración y difusión de los acontecimientos que merecen ser proyectados.

En el periodismo antiguo debía trabajar personas de reputación y capacitados.

Al llegar el Internet en el año 1994, todo se derrumbó, porque cualquiera coge un celular, filma un hecho, lo coloca en las redes sociales, se hace creer que es periodista, porque ha publicado esas imágenes gracias a la tecnología y el comercio.

En algunos medios no requieren tener personas preparadas y prefieren a cualquiera que quiera vocear por estaciones de radio y escribir con faltas ortográficas cualquier cosa que acontezca.

Ahora se contratan a personas por el advenimiento de técnicas, recoger y diseminar hechos aunque no tengan capacidad, sino que estén disponibles.

El romano Julio César, joven inquieto que logró éxito político al reconciliar a los dos líderes rivales de la época como fueron Craso y Pompeyo, quienes hicieron un acuerdo privado para repartirse el poder formando un triunvirato y evitar el ascenso de los optimates que dominaban el Senado.

Eso le dio poder y fama a Julio César formando el primer diario que bautizó como el "Foro Romano" y que denominó el “Acta Diurna” ocurrido en el siglo 1 antes de Cristo, el que hacían en hojas sueltas.

Ese periódico fue tan poderoso que fue a través de él que se reconoció el valor de la opinión pública.

Era a través de ese medio que se formaban la opinión pública la que quedaba influida en sentido gubernamental.

Este diario tuvo una gran difusión cuando Johannes Guterberg inventó la imprenta en el año 1440 en que imprimía inmensidades de ejemplares que llegaba a miles de lectores.

Este diario se hacía en hojas escritas con noticias comerciales y económicas, en que eran muy comunes en las bulliciosas calles de las provincias burguesas.

Al llegar la imprenta, en la ciudad de Venecia fue creado el periódico Gaceta del cual se desprendieron  muchos medios escritos.