Por Marcelo Peralta.
En el mundo está de moda el asesinar periodistas por escribir y decir la verdad.
El matar periodistas evidencia que hay crisis en la libertad de prensa.
México se ha convertido en uno de los países más peligrosos para ser reportero.
Hay zona que se han convertido en mortífera y las autoridades parecen ser incapaces de frenar los ataques contra los periodistas.
Al parecer dentro del hombre corrupto prevalece una especie de apetito de odio y destrucción.
Los corruptos tienen apetidos de matar para que no denuncien las acciones criminales y dañinas.
parece que esos sin alma ni corazón se han convertidos como los perros realengos de los barrios.
Ellos no tienen límites cuando van en busca de objetivos y fines malsanos.
Parece que nos estamos convirtiendo de ser el hombre lobo para el hombre sano y de trabajo.
Quienes hacen negocios sucios parece que se convierten en hombres llenos de odio innato y matar es un hobbie para ellos.
Sienten placer creciente y alimentado por la cultura dañina y sangrienta.
Y al asesinar a un periodista parece que le da razón creciente del poderío humano, a eliminar al otro que trabaja en defensa de la sociedad.
En todas partes del mundo hay que imponer una cultura necesaria de paz entre los seres humanos.
La paz es la razón de la humanidad.
Pero hay muchos que pregonan y accionan por una cultura de odio, en donde impere el llanto y el dolor.
La abundancia es un derecho esencial de la vida y ojalá predomine la ética frente a las indiferencias y crueldades de la intolerancia y el odio.
Matemos con amor el odio del matador y que predomine la paz en el mundo.
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