Desde 1999 y 2015, una media de 3.100 hispanos fallecieron anualmente a causa de estos artilugios, es decir, 8,49 cada día, según el documento, bautizado como “Víctimas hispanas por violencia letal de armas de fuego en los Estados Unidos”.
El total registrado entre ambas fechas fue de 53.788 muertos por arma de fuego, de los que el 66 % fueron homicidios (35.553), el 29 % suicidios (15.593) y el 2 % (981) fallecimientos accidentales, mientras que un 3 % (1.661) ocurrió en condiciones indeterminadas o por acciones legales.
Uno de los datos más destacados que se extraen del informe es que el índice de víctimas por homicidio entre los hispanos, 5,10 por cada 100.000 habitantes, casi duplica la tasa entre aquellos de raza blanca, que se sitúa en un 2,59.
En 2015, el 70 % de los homicidios de hispanos fueron llevados a cabo con armas de fuego, según informó el centro en un comunicado.
El asesinato es, precisamente, la segunda causa de muerte entre los jóvenes latinos de entre 15 y 24 años, mientras que ocupa el cuarto lugar entre los de raza blanca y el primero entre los afroamericanos.
En 2015, de los 3.332 hispanos que perecieron a causa de armas de fuego, 2.021 se debieron a homicidios, y de estos, el 87 % correspondieron a hombres y el 13 % restante a mujeres.
Otro de los elementos que llama la atención es que, en lo que a asesinatos con armas de fuego se refiere, el 39 % de los hispanos fueron atacados por extraños, cuando entre aquellos que tuvieron lugar sobre la población de raza blanca supusieron el 25.
De los homicidios registrados en 2015, el 35 % fueron de hispanos menores de 24 años, un rango de edad que se vio menos afectado entre aquellos de raza blanca (20 %) y más entre la población afroamericana (37).
Como fruto del estudio, el centro también reclama mejoras en la recolección de datos relativos a las muertes entre hispanos, ya que considera que las limitaciones en este ámbito conllevan que el número de víctimas reales sea “ciertamente superior” al recogido.
En este sentido, recomienda que las agencias federales obtengan información completa sobre el origen étnico de las personas.
“Las cifras de violencia letal con armas de fuego hacia hispanos, especialmente entre los jóvenes, es una crisis en desarrollo”, aseguró el director de VPC, Josh Sugarmann.
El trabajo emplea datos de los Centros para el Control de Enfermedad y la Prevención (CDC) e información no publicada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) relativos a los 50 estados del país.
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