18 oct 2024

Segundo Toribio Álvarez valiente: "Honesto, perseverante y trabajador".

Vendedor de coco y padre de 13 hijos procreados con dos mujeres.

 

Por Marcelo Peralta

 

Santiago R.D.-El verdadero costo de un emprendedor negociando tienen esencias diversas, en que está la honestidad, compromiso, solidaridad, vitalidad, disciplina, presencia mental, preservar, conservar, fortaleza y carisma.


El trabajo de que realiza Toribio Álvarez es creativo, rentable, actividad productiva que requiera habilidades físicas, manuales, mecánica, sin gastar energía eléctrica, moviliza la economía nacional. 


Nativo de la provincia Puerto Plata, tiene 69 años de edad, se gana cada mes la cantidad de 35 mil pesos "pelando y vendiendo cocos" en la esquina de las calles Del Sol y Juan Pablo Duarte en Santiago.

 

Sus jornadas inician desde la salida del Sol y planifican en la noche lo que hará el siguiente día.

 

En su negocio, soporta cliente de diversas cualidades, entre decentes, altaneros, prepotentes, quien como dueño, observa algunas indisciplinas teniendo que morderse los labios para no ”estallar” y generar conflictos.  


Lo más difícil es cuando las ventas de agua de coco disminuyen, en calidad de dueño del negocio tiene que cubrir déficits y detrás del logro tangible, visible, hay que razonar hay diversidad de contratiempos.

 

Toribio Álvarez, revela, tener un negocio en que no siempre es ganar, porque existen complicaciones; porque hay coco que vienen la misma cantidad de agua, que desde la mata arrastran problemas y eso tiene que asumir los costos.

 

Enfrentar retos, desafíos, necesidades, teniendo que cubrir pérdidas y eso es de personas valientes.

 

Este trabajo es una actividad que se realiza con objetivos diversos como alcanzar metas, solucionar compromisos, obtener bienes, honrar servicios, atender  necesidades humanas, contribuir a mantener oficios, cubrir gastos para profesiones a hijos,  comprar ajuares en hogares y ahorrar para el porvenir.

 

Tras la fortaleza y extensión del imperio romano, cuando expresa ba que "hablar de trabajar era especie de yugo para azotar a esclavos".

 

Aunque causa dolores físicos, al trabajo se asocia a otras actividades humanas, conquistar espacios, ganarse respeto, amigos, consideración colectiva y ser valorado por los demás.

 

Héroe anónimo.

 

Segundo Toribio Álvarez, un vendedor de coco de 69 años en Santiago, sostiene a su familia de 13 hijos y múltiples generaciones con su negocio de venta de cocos en el Centro Histórico, ganando alrededor de 35 mil pesos mensuales.

 

Aunque parezca increíble Segundo Toribio Álvarez, de 69 años, se gana cada mes la cantidad de 35 mil por pesos pelando y vendiendo cocos en Santiago.

 

Llegó a Santiago desde un paraje de general José María Imbert, provincia Puerto Plata y lleva 37 años vendiendo agua de coco.

 

Es padre de 13 hijos procreado con dos mujeres. Tiene nietos, bisnietos y tataranietos.

 

Su negocio en una carretilla está ubicado esquina de calle Del Sol y Juan Pablo Duarte, Centro Histórico de la Ciudad    Corazón, región Cibao.

 

Pregona cocos que compra a camioneros procedente Nagua, provincia María Trinidad Sánchez en la zona Nordeste.

 

Su horario es de 7;00 AM a 7:00PM días laborables. La unidad de agua de coco echado en un vaso tiene un valor de 90 pesos.

 

Algunos parroquianos prefieren con hielo, azúcar, partir el coco para comerse la masa.

 

Otros, en cambio, lo prefieren al natural en vaso y hasta en el mismo coco.

 

Aconseja a parroquianos beber agua de coco por ser saludable.

 

Siempre está lleno de autoestima, satisfacción personal, impregna amor al oficio que realiza ganando dinero mensual más que algunos profesionales, sin contar con el aporte que hace a la sociedad.

 

El significado de trabajo que tiene con enfoques a diversas áreas, aportes de la economía personal, familiar, estatal y con física y filosofía de crecer. 

 

En el trabajo que realiza Segundo Toribio Álvarez, que emigró de su tierra natal Puerto Plata y se apadrinó en Santiago, ha sido como la "física que es una magnitud que contribuye a escalar, usada para medir la energía necesaria, aplicar la fuerza en el tiempo hacia el desplazamiento cotidiano".

  

Este valiente hombres es, autónomo, independiente, profesional en el manejo del machete, libre de hacer su labor cada día que quiera y es dueño de su empresa.


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