Miguel Gutiérrez en primer plano y su hermano Miguel Emilio Gutiérrez Díaz-El Alemán- al fondo y con mascarilla.
Norma Díaz Peña dice elaboró documento y pidió a sacerdote Nelson Espinal la firmara en una acción de desesperación.
Por: Marcelo Peralta
Santiago, R.D.-La angustia, dolor y desesperación de doña Norma Díaz Peña, madre del diputado del partido oficialista Miguel Gutiérrez condenado a 16 años de cárcel en Estados Unidos por narcotráfico y otro hijo suyo también la llevó a pedir auxilio y apoyo moral al sacerdote Nelson Paulino.
Desligó al religioso de cualquier interpretación que tenga la jerarquía de la religión católica, alegando hizo el documento por la desesperación que la embarga, acudió en busca de fortaleza.
Dice al tener dos hijos en prisión en Estados Unidos por traficar con drogas acciones que ignoraba, ya que ni ella y menos su padre que murió hace siete meses inculcaron ese tipo de comportamiento.
Los hermanos Miguel Gutiérrez y su hermano Miguel Emilio Gutiérrez Díaz-El Alemán- acusados y condenados por narcotráfico podrían estar en la misma cárcel federal, situada al sur de Mississippi, la prisión de Estados Unidos donde llevan presos privilegiados.
Ambos están acusados de organizar cargamentos de cocaína mediante la compañía Duran Produce con destino al sur de la Florida, usando contenedores donde introducían paquetes de cocaína desde República Dominicana”, dice el documento judicial.
La acusación indica comenzaron a enviar cocaína desde el año 2014 hasta septiembre de 2017 y autoridades de Estados Unidos venían dando seguimiento hasta que los atraparon en el año 2020.
Otros cómplices son los hermanos Endy de Jesús Núñez Mármol y hermano Danny Núñez Mármol, quienes recibieron sentencias impuestas por el sistema carcelario de Estados Unidos.
La dama atribulada, sostiene Estados Unidos contienen durezas con miras a evitar conflicto con esas disposiciones, sin embargo, cree sus hijos saldrán pronto basado en las disciplinas que poseen.
Espera en el Creador del Universo permite que sus hijos cometieron esos errores, cumplan esos encierros reflexionando por lo que han hecho, “aunque ella tiene destrozada el alma”.
Asegura desde que se produjo la ejecución penal de Miguel Andrés Gutiérrez, en su alma ha dejado la posibilidad de hasta movilizarse, está desanimada, no se levanta, tiene los pies hinchados y está muy atribulada.
Relata su convivencia al tener dos hijos en prisión es de una madre que sufre, se agobia y la situación de grandes límites personales.
Díaz Peña manifiesta carece de forma en poder asimilar la ausencia de sus hijos, de quienes nunca esperó estaban en ese tipo de delito penalizado por las leyes.
Aguarda que la ejecución de la pena privativa de la libertad de sus hijos no perdure la cantidad de años dispuestos por el sistema judicial de Estados Unidos y que retornen para abrazarlos antes de que ella muera.
Espera al transcurrir el tiempo, las autoridades judiciales de Estados Unidos prevén medidas alternativas relacionado a esos encierros de sus hijos y cifra esperanza en Dios otorgue el perdón en un tiempo no muy lejano.
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