14 mar 2022

Por mala gestiones de algunos funcionarios hace que popularidad presidencial caiga a niveles alarmantes. .

Por Marcelo Peralta

Santiago, R.D.- Circular por calles, avenidas, centro de la ciudad, áreas comerciales, estaciones de minibuses, supermercados, barrios, da la impresión el gobierno de Luis Abinader y del PRD se desmorona.

La cuestión se observa más certeza ante las alegadas de empresa encuestadoras de que el presidente Luis Abinader viene bajando la popularidad.

A su vez, entienden el jefe de Estado debe estar preocupando el brusco descenso de popularidad en la población, efecto negativo que podría estar atribuirse al pobre desempeño de funcionarios en instituciones estatales “claves”.

Ahí está la evidencia de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago, cuyas autoridades son severamente cuestionadas por el pobre desempeño y falta de soluciones cuestiones en el cobro excesivo, abusivo y desproporcionado a clientes.

Se mencionan falta de honrar compromisos en los ministerios de Educación, Agricultura, Cultura; en el caso del Inespre, dicen ha fracasado en sus planes de ventas populares a sectores necesitados.

Inestabilidad en los precios de alimentos de primera necesidad, las medicinas, desorden en el transporte, descontrol de los combustibles, falta de orden en la migración haitiana, robos, atracos, asaltos, delincuencia, criminalidad, inseguridad ciudadana.

Abandono de las bases del Partido Revolucionario Moderno-PRM- que llevaron al presidente Luis Abinader al solio presidencial quienes se quejan por la falta de colocación en empleos.

Incapacidad de funcionarios que ostentan posiciones cimeras que no reciben ni dan oportunidad a las bases del partido.

Falta de fuentes de empleos a jóvenes, por cuya razón se ha incrementado la delincuencia en provincias del país.

Desde la victoria electoral en el 2020 del PRM y Luis Abinader a la presidencia con un alto porcentaje que lo llevó a desplazar del poder al Partido de la Liberación Dominicana, la popularidad del mandatario era elevada.

Sin embargo, hay quienes dicen el carisma del jefe de Estado ha “caído” estrepitosamente al estilo de una nave que ha perdido el control.

En los corrillos citadinos aseguran el presidente Luis Abinader se sitúa como una nade sin rumbo que ha perdido la estabilidad.

Creen el primer mandatario de la nación tiene rápidamente dar un giro de 180 grados en el tren gubernamental, incorporando a los perremeistas en cargos claves, sacar a los ineficaces, crear fuentes de trabajo con personas de experiencias que se “fajaron” en campaña y hoy están desempleados.

Endurecer las medidas a enfrentar los fenómenos de combate a la inestabilidad generada por el auge de la delincuencia, criminalidad, inseguridad ciudadana; encausar alternativas que bajen los precios de los alimentos, medicinas.

Agregar perspectivas a los niveles de vida de la gente; fortaleza en la estructura presidencial que se observa con niveles de debilidad en las acciones contra los males que erosionan al sistema democrático.

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