Santiago, R.D.- Pese a que al
país vive una época muy dura a causa de la Covid19 y la falta de estrategia en
seguridad, alimentaria, sanitaria, emocional de la pandemia, el gobierno planea
cerrar al pueblo en el mes de diciembre.
Este gobierno de perfiles dictatoriales no respeta ni contribuye a
reducir los efectos psicológicos, falta de empleos, busca encerrar a la
población sin protección, hambriento e inseguro ante la vorágine de la
delincuencia.
La finalidad del Estado no
persigue fortalecer el sistema inmunológico ciudadano de bacterias, virus,
hongos que afectan al organismo humano, es causar mayores daños psicológicos y
acciones drásticas.
Encerrar un país hambriento,
con pasiones emocionales, económicas, descomposición familiar, falta de arraigo,
delincuencia sin control, millones de haitianos y otros efectos, es incrementar
hechos de violencia.
El actuar régimen de Luis
Abinader, que presiona a los dominicanos a inmunizarse y deja al libre albedrío
a millones de haitianos que andar en las calles contaminando sin mascarillas,
no se vacunan, orinan y defecan en cualquier lugar porque no tienen modales.
Con el comportamiento que
exhiben ciudadano de violar normas en un país que no es suyo, evidencia el nivel
del sistema del gobierno que le tiene miedo a organismos extranjeros, aunque
actúa con rabia, estrés, actos negativos, pensamientos negativos, ambientes agresivos, depresión
y ansiedad contra dominicanos.
En hogares dominicanos se incrementan
los conflictos de pareja, impiden el desarrollo de jóvenes que no tienen
perspectivas de insertarse en el magnífico ejército para que defienda el
sistema democrático del país.
Se evidencia que este
gobierno defiende a los haitianos y maltrata a los dominicanos que le dieron en
las urnas el privilegio de administrar el país y lleno de funcionarios ladrones
y correctos.
Muchos de ellos se adueñan y
secuestran instituciones estatales llenándola de “nepotismo”, al colocar a
hijos, hijas, hermanos, tíos, sobrinos y allegados a los mejores cargos con
sueldos lujosos.
Sin embargo, estos dirigentes
del PRM que saltaron desde el PRD y otras entidades políticas dejan huérfanos a
quienes recibieron ataques, se ganaron potentes enemigos durante la campaña
buscando votos para Luis Abinader y hoy se tragan un cable eléctrico.
En muchos de ellos se percibe
altos niveles de estrés, viven en hogares convertidos en demonios, porque ni
tienen sueldos y menos pueden honrar compromisos formulados tras el activismo
electoral.
Ahora que su partido está en
el poder, a estos hombres y mujeres que dejaron la suela de sus calzados,
gastaron dinero de sus familiares, amigos, allegados, mientras los invade las
deudas, depresión, falta de trabajo y sin alternativas a cumplir compromisos
habituales.
Tienen actitudes de “pensamientos
recurrentes”, que no saben detectar, controlar, con efectos negativos, que a la postre,
temprano o tarde dañarán cuestiones mentales, emocionales, con resultados serán
catastróficos.
En esas personas predomina
miedos y reflejan pensamientos repetitivos que nadie controla la mente,
generando más ansiedad, que crece sin control, provocan ataques de pánico, impide
vida normal, enferman, no duermen y mueren desamparados.
Tras ese proceso, pierden relaciones, no tienen trabajo, tienen sistema
nervioso central descontrolados, deterioro del inmunológico, viven situaciones
difíciles, sin felicidad, deterioro de salud, pobres de avances científicos de la
neurociencia, epigenética, psiconeuroinmunología y los responsables del descontrol
estatal disfruta de la calamidad de quien lo ayudó a subir al trono.
Y no tienen esperanza de
tener un sueño de vivir sin estrés y en medio de un barril lleno de explosivos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario