14 jul 2021

Robustecer el legado de Juan Pablo Duarte en su año de muerto.

Debemos seguir el legado de Juan Pablo Duarte.

Por Marcelo Peralta.   

Este jueves 15 de julio del año 2021 es una fecha memorable.

Es el día en que murió el hombre más importante del surgimiento de la República Dominicana.

Se trata del hombre más transparente como fue Juan Pablo Duarte y Diez, fundador del país que es la Tierra de Dios.

Juan Pablo Duarte y Diez fue un hombre digno que nunca cesó en combatir a los intrusos para conservar incólume y entera a su República.

Duarte Diez nació el 13 de enero del año 1813 y murió el 15 de julio del 1876.

ES el hombre más transparente que ha parido esta Tierra.

Ha sido el primero en aprobar la honestidad y libertad justa.

Duarte Diez se mostró contrario a la obtención de la fortuna con dinero del Estado.

A pesar de la época en que actuó, sin embargo, estaba convencido que estaba en la necesidad de ir abriendo paso a una nueva institucionalidad, dentro de los principios de la honestidad.

Las circunstancias en la que actuó Juan Pablo Duarte y Diez no era de tratarse de promover “ego”, sino plasmar que los fondos del pueblo son “intocables”.

Con esa actitud, el Padre de la Patria jamás pretendió “confesarse el más honesto”, sino demostrar que realmente debe conservarse la honestidad en el manejo de los recursos.

Es de sobra conocido que en el país se haga necesario demostrarlo, cuántos, quiénes son capaces, vigilantes de cuidar, conservar la santidad del matrimonio estatal.

El país debe orientar a las huestes de jóvenes dominicanos que serán quienes defenderán los destinos de la República Dominicana.

Sería conveniente decirle “Joven te veré a ti, incólume, y te oiré decir de boca y ojo,  plegarte al cuello de los quienes pretendan de aquí en adelante se robarse el dinero del pueblo”.

A la juventud hay que decirle no burlase de la tristeza, pero, tampoco que nunca se dejes burlar de nadie.

Que nunca se queja de la tristeza de otros y que reflexione respecto al porvenir del país.

Instar a los jóvenes nunca se deje influenciar por acontecimientos adversos y que se reajusten los pantalones para enfrentar lo que le depara a la República Dominicana.

No se puede permitir que la juventud se deje sentirse triste y que lo más importante es buscar soluciones.

Pedimos a la juventud dominicana que se eduque, aprenda, enseñe a los menores a acabar con la tristeza, que cuide de la escuela, ame a sus padres y valore lo que es vivir en una “Patria Libre y tener una Soberanía y Territorio firme y sin se hollado por soldados extranjeros, fuesen aliados o enemigos”.

Quienes estamos en la actualidad luchando contra la transacción y de actos rectificatorios atribuidos a gobiernos anteriores, para que en el porvenir no haya la influencia, la intervención de circunscrito a tiempo y plazos determinados que vengan a justificar decisiones a favor de una Patria Libre como es República Dominicana.

Tras la desaparición física de la actual generación, ha de esperarse que el país tendrá una representación nacional con interés y esfuerzo de un pueblo guiado por la voluntad, mente de jóvenes con tarea gigantesca de alcanzar metas superiores y que entiendan que ningún hombre es incólume a la experiencia del poder.

La juventud que nos reemplazará es la que deberá dirigir la política general del Estado,  representar el país, mantener la Independencia, el honor de la República Dominicana, integridad e inviolabilidad del territorio nacional.

  

 

 

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