Magnicidio en Haití.
En Haití se ordenó suspender los vuelos y cierre del Aeropuerto en Puerto Príncipe por tiempo indefinido.
Mientras que República Dominicana hizo lo mismo con su legación diplomática.
Cierran frontera, envío masivo de militares y reunión del presidente Luis Abinader con sus encargados de seguridad.
Por Marcelo Peralta
El presidente haitiano Jovene Moise, de 53 años de edad, fue asesinado la madrugada de este miércoles, aunque es raro que los despachos de prensa no menciona de muertes de agentes de seguridad.
Informes extraoficiosos dan cuenta que la esposa del malogrado mandatario, la señora Martine Moise, quien resultó herida de gravedad.
Con este
hecho tan desgarrador exacerban el ánimo
social tanto de Haití como en República Dominicana.
Con la muerte del mandatario retornan momentos
amargos, acentúa la crisis y se viven horas aciagas.
Esta madrugada cuando el presidente haitiano fue
asesinado se dice que entre los ejecutores del mandatario hay implicado grupos de
mafiosos subdamericanos.
Por la situación que se vivió durante meses con
destrucción del aparato productivo, económico, social, cultural no serían
necesario ser clarividente adivinar lo que sucedería.
En febrero del año 2021, el presidente Jovene Moise
ofreció una entrevista al periódico El País de España donde pronosticaba que
ocurriría golpes de Estado y que grupos destruirían para luego asesinarlo.
En esa entrevista Moise acusó en ese entonces a un grupo de poderosos
que negocia con el sistema eléctrico haitiano planificaba asesinarlo.
También, denunció que había pedido asistencia a Estados
Unidos y nunca le respondió.
Al jefe de Estado asesinado se sintió prácticamente
solo.
El desastre económico, político, social, cultural
generó un cataclismo.
Prosiguió el desastre, caos, abandono de los
servicios, miseria, mala calidad administrativa; grupos criminales; bandas de secuestradores,
asesinatos de religiosos, dominicanos, extranjeros que convirtieron a Haití en un
verdadero infierno.
Este país caribeño no se marca en las estadísticas del
comercio, porque la comunidad internacional, del que muchas naciones poderosas
socavaron sus bienes y lo demandan abandonado.
Esa carga recayó en los hombros de la República Dominicana,
que les ha dado a los haitianos comida, educación, salud, cobija, apoyo, espacio,
a pesar de sus limitaciones económicas.
Aunque Estados Unidos, Canadá, Francia, Unión Económica
Europea, entre otras, toda la carga recae sobre República Dominicana, porque
ambas naciones comparten el mismo archipiélago.
Las potencias lo único que han hecho de Haití ha
sido socavarlo, para luego dejarlo a abandonado y echarle todo encima a
República Dominicana por su cercanía.
Debido al débil poder de decisión que tenía Jovene
Moise, no pudo controlar las bandas de criminales, secuestradores, narcotráficos
y el poco apoyo de la comunidad internacional se aprovecharon, destruyeron ese
país y al final, hasta con la vida del mandatario, sus agentes de seguridad y
su esposa grave a causa de las heridas.
Frontera
Al producirse el asesinato del presidente Jovene
Moise, el presidente dominicano Luis Abinader, ordenó al ministro de las
Fuerzas Armadas, teniente General Carlos Luciano Díaz Morfa, redoblar la
seguridad de la Frontera enviando cientos de militares.
La finalidad es prender la “vela que se mantener no
tan lejos que no alumbre ni tan cerca que no queme”.
El objetivo es proteger y evitar que avalancha de
haitianos despavoridos intenten cruzar la frontera y llegar a República
Dominicana.
Mientras que el presidente Luis Abinader convocó una
reunión urgente con representantes de organismos de seguridad para visualizar
las medidas a adoptar.
A pesar de todo, en la frontera prevalece la tensión
ante las eventuales posibilidades de la llegada masiva de haitianos que huyen
de la convulsionada situación por la muerte a tiros del presidente Jovene Moise.
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