10 jun 2021

20 mil millones de pesos en vacunas y la frontera abierta

Por Marcelo Peralta

Si el gobierno de Luis Abinader no cierra la frontera con Haití, mientras dure la pandemia de la Covid19, el país habrá estado caminando como el cangrejo hacia atrás.

De mantenerse el trasiego de haitianos a los mercados dominicanos y mudándose para República Dominicana sin control sanitario podríamos adolecer de una situación psicoemocional y con miles de  contagiados y decenas de muertos.

Los 380 kilómetros que tiene ese trecho debe ser sellada si es que existe voluntad estatal de combatir la Covid19.

En lo que va de gestión del presidente Luis Abinader y la gestión del PRM se ha comprado de vacunas más de 20 mil millones de pesos, y de no ponerse control absoluto en la frontera, los restan por inmunizarse están en riesgo.

Informes fidedignos, porque el gobierno de Jovene Moises maneja a discreción las cifras de contagiados, muertos y hospitalizados a causa de la pandemia, que los hospitales están llenos y el peligro de nuevas cepas, las que con el descontrol de haitianos podría transmitirse a este país.

La situación sanitaria en Haití es tan preocupante, que desde Europa viajó una  legación a prestar asistencia en cuestiones, porque los médicos de allí ya no resisten las faenas diarias.

El gobierno de Luis Abinader, debe poner la “barba en remojo”, porque la del vecino está en peligro; la República Dominicana por tozudez no debe dejar que sus habitantes sigan muriendo por nuevos contagios de foráneos.

Urgente es, que el gobierno dominicano cierre total de la frontera que sea por tiempo indefinido hasta que el virus disminuya y la población dominicana esté totalmente vacunada.

Los dominicanos, no debemos seguir cargando con la desgracia de Haití.

No somos causante de ella.

La responsabilidad deben asumirla Estados Unidos, Francia, Canadá, Unión Económica Europea y el grupito de “empresarios y políticos” chupa sangre beneficiados con la desgracia de los africanos que ocupan la parte Oeste del archipiélago.

Llegó el tiempo de que a los niños malcriados no se les da regalos dos veces, como dijo el célebre presidente dominicano Joaquín Balaguer.

A los haitianos les gusta actuar por la fuerza y luego salir con sus “berrinches” a fin que la comunidad internacional acuda a presionar a la República Dominicana.

A la comunidad internacional que se haga cargo de las responsabilidades de Haití, porque los dominicanos estamos "hartos" y eso podría desencadenar en acciones que después tengamos que lamentar.

Las rabietas y berrinches de Haití para obtener lo que desea “hartan” a dominicanos sensatos que pagan impuestos al Estado y el gobierno de turno los declina en ayudas a ingratos, y eso ya no se puede seguir permitiendo ni soportando.

Los haitianos se creen que merecen la atención de los dominicanos por la fuerza y las mentes de cucarachas que les han llenado organismos internacionales de que la parte española les pertenece.

¿Cuál es la descendencia real de los haitianos?. Se tiene entendido que esos son africanos. 

El país tiene y debe aplicar ya reglas firmes y consistentes contra Haití, porque ellos dependen de los dominicanos hasta del agua, alimentos, escuelas, universidades, hospitales, medicinas, y aún así nos tratan con arrebatos, nos irrespetan, violan niñas, cortan brazos, asesinan, roban las redes a ganaderos y a pesar de todo soportamos.

Por eso, como vecinos los hemos ayudado demasiado y siempre nos sacan la lengua.

Si el gobierno de Luis Abinader y sus lacayos no están en la voluntad de actuar o si le cuesta valor para acatar las normas y los límites que impones en casa, que estén conscientes que hombres y mujeres no están dispuestos a seguir soportando invasiones, transmisiones de patologías transmisibles a los dominicanos.

Los haitianos son egoístas y creen que la isla entera le pertenece, según han hecho creer los enemigos dentro y fuera de la República Dominicana.

El dominicano tiene modales, hábitos, reacciona cuando lo agreden, satisfecho cuando hace un bien al prójimo que es grato, premia la humildad, la obediencia sin maltratos, reflexión y colabora cuando el vecino cae, pero todo llega a un fin, porque hasta el ser humano y la Madre Naturaleza desaparece y se agotan.

Desde aquí, exhorto al presidente Luis Abinader que defienda su país, antes de que sea demasiado tarde, a veces por ser protectores, permisivos, quizás por no atreverse a poner en práctica, la dinámica con la paciencia y aplicar firmeza en la toma de decisiones cuando alguien cercano exhibe conductas desviadas.

Hay ocasiones en que el padre nunca debes pasar sus manos por la cabeza cuando el hijo se porta mal y menos inventar excusas baladíes.

¿A caso es que somos sus hijos o masoquistas?.

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