Ojalá en el 2018 cambiemos el rumbo.

Por Marcelo Peralta

Es tradición de que cada día Dios nos entrega una nueva vida, revestida de oportunidades y nuevos sueños.

Cada día nace entre los seres humanos una esperanza y en este 2018 hay una nueva vida y posibilidad desarrollarnos.

Todos debemos tratar de evitar que esas oportunidades, sueños y esperanzas fortalezcan a cada uno de los dominicanos.

Hay que tener salud, fuerza y fe para enfrentar los retos y desafíos.

A los cristianos que profesan otra creencia, a los que no tienen ninguna, les deseamos mucha felicidad y prosperidad.

El silencio es una nave con todas las velas llenas de ilusiones y las brisas que tocan el cuerpo juegan en las flámulas sonrisa que son la escalera y las andas con que fijamos hacia lo más alto en que pensemos.

El corazón de un hombre y una mujer incrédulo se convertirá un ánfora que cae y que se quiebra.

Junto al silencio y lo negativo serían ellos mismos quienes se encarguen de quebrarlo.

Es preciso abrir las puertas de los hogares y que el viento sea el que barra las ideas negativas que nos rodean.

Entre las personas negativas, es costumbre que las horas están hechas de jaspe negro.

Si un ser humano se llena de haces de los lictores, verá la manera de que los mismos abren el borde de los caminos por los que andan.

Esas personas de mantenerse negativas, los pendones de las victorias no llegaran ni a las cruzadas más frágiles.

Las sombras son propias de aquellos seres humanos que las llevan por sus formas de actuar.

Es preciso destruir los malos aspectos que tienen los puentes.

Vestir de alienación los paisajes de todas las tierras, enderezar por fuerza la curva de los horizontes, y gemir por tener que vivir, como un ruido brusco de sierras.

Debemos actuar como aquel pensador loco que siempre decía que extrañaba su propia alma.

Y afirmaba que fue amado en efigie en un país más allá de los sueños.

Ojalá que quienes tienen el control de gobernar a la República Dominicana se les ablanden los corazones y entiendan que todos tenemos derechos al disfrute por igual.

Que cesen los niveles de corrupción que ensombrecieron el año 2017.

Que disminuyan las acciones de hipotecar más la Soberanía Nacional y la masiva y pacífica invasión haitiana.