Haití humilla, arrodilla y bailotea legación dominicana.
Por Marcelo Peralta
Santiago, R.D.- En un país
con institucionalidad sólida, el actual gobierno debía desarticular todo el
sistema de la diplomacia dominicana.
Haití, una nación sin control
fomentadora del vandalismo, desórdenes, destruye sus bases sociales, económicas,
educativos, culturales, haya sido capaz de poner de rodillas a República
Dominicana.
El caso es que la diplomacia
dominicana ha caído en el nivel más “bajo” en tomar estrategias respecto al
canal para sacar agua del Río Dajabón.
Si el agua del Río Dajabón penetra
a Haití ellos pueden hacer lo que les dé las ganas en su tierra.
Sin embargo, dentro del
gobierno dominicano ha hecho una “nebulosa”, tratando de “cegar” al país para
seguir permitiendo la entrada de millares de haitianos indocumentados a
República Dominicana.
Además, tratar de “tapar el
tollo” que comete del gobierno de Luis Abinader a través del sistema judicial
con los procesos contra los corruptos que desfalcaron las arcas financieras en funestos
gobiernos del PLD.
Las desafortunadas
declaraciones del Canciller Dominicano, Roberto Álvarez respecto al caso del
canal haitiano, evidencia la debilidad y el miedo que el gobierno le tiene a
Haití.
La cuestión es tan evidente
que los miembros de la legación haitiana es la que decidió hablar, le “tacó la
boca al gobierno, a quien desafió” diciendo que el canal va quiera o no
República Dominicana.
A pesar de estar violando Convenio
de Paz; Amistad Perpetua y Arbitraje, establecido el 20 de enero de 1929.
La Cancillería Dominicana claudicó,
se puso de rodillas y convalidó lo ilícito a nivel internacional y convirtiendo
en risible y el hazme reír a la República Dominicana.
En un gobierno con respeto a
la INSTITUCIONALIDAD, la legación creada por Luis Abinader ha “bailado en el limbo”
del debate y a quienes humillaron, ya debieron ser destituidos por plegarse en
el “vaivén del enemigo” como lo es Haití.
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